14 de junio de 2025
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William Enrique Salleg Taboada, personaje de admirar

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18 de mar. de 2025

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Por Pedro Nel Valencia - ex jefe de redacción.


Pasan y pasan los años y se van depurando los recuerdos, se destilan o se añejan con mejor sabor como los vinos. Hoy en día guardo los mejores recuerdos de mi época en Montería y en El Meridiano de Córdoba trabajando como jefe de redacción o editor de este periódico, al lado de su director William Enrique Salleg Taboada.


Y vaya si hay momentos de jornadas con William que nunca se olvidarán y que son los que me permiten escribir con sinceridad y propiedad sobre él. Conocí el William empresario y profesional y el William persona.

Como empresario William merece todos mis respetos, es de esos hombres que no retroceden ante los problemas. ¡Qué difícil, como le tocó a él y su familia, hacer empresa en una región donde tradicionalmente había que luchar contra el clima, el bajo nivel educativo, la falta de vías, el completo abandono estatal, los grupos armados!  


Pero ahí han estado creando empresas y por ende desarrollo para bien no sólo de sus familias y empleados si no de toda la región, gracias a ese amor por esa tierra, por la que lucharon, desde la región y enfrentando poderes del centralismo que nada aportaban a Córdoba. 


Cuan importante ha sido El Meridiano de Córdoba y El Meridiano de Sucre para impulsar a estos departamentos en lo social, cultural y económico. 


El Meridiano con su liderazgo y sus convicciones periodísticas e ideológicas ha sido fundamental. 

Gracias a William Enrique Salleg Taboada y su extraordinaria visión empresarial. Y también periodística: no olvido las grandes jornadas que desarrollamos desde el periodismo, desde la crítica editorial frentera a los gobiernos negligentes, y desde la visión comunitaria del periódico con sus páginas de barrios y de subregiones, y aportando miradas e ideas en suplementos o especiales económicos y culturales.


En lo personal, para no alargarme, sólo decir que recuerdo a William como un buen amigo, servicial, portador de un gran sentido del humor no desprovisto de humor negro y sarcasmo, pero siempre con un fondo de gran nobleza. 


Mucho tiempo también compartido con todos los periodistas cuando nos invitaba a aquellos asados en una finca por la vía a Planeta Rica, o sus fiestas en su casa en Montería, o aquellos dos o tres días que compartimos en Madrid, con él y doña Isa, años después cuando yo vivía en la capital española y pasaron por allí. Pudimos disfrutar de comida española y esos vinos de una noche en el bar La Bardemcilla, del actor Javier Bardem, en el barrio Chueca. Son muchos recuerdos y la lista sería extensa. Todo esto sólo para decir que admiro mucho la trayectoria y la estela de buenas acciones que va dejando William, y le guardo gran aprecio. ¡Un fuerte abrazo desde la distancia!