Por Félix Manzur Jattin:

Estamos llegando al sobreendeudamiento. Colombia ya está en las puertas de los casi 190 mil millones de dólares entre deuda externa pública y privada. Equivale al 53 % del PIB o ingresos anuales de la República. La balanza comercial en el país a finales del 2022 presentó un déficit de 1.115 millones de dólares Fob. Los anuncios del Ministerio de Minas de no hacer más exploraciones petroleras ni gasíferas empeorarán la situación si tenemos en cuenta que los hidrocarburos representan casi el 40 % de nuestros ingresos; de dónde saldrán entonces los dineros para salud, educación, infraestructuras etc. En cuanto al sector de vivienda y su financiación reporta una caída de 37.3%.

Leasing habitacional el decrecimiento fue de 26.5%. Se hicieron 33.247 desembolsos que representa menos 42.5%. Los precios de tierras parecen estancados con tendencia a la baja. Todo ello pronostica nubarrones dudosos sobre la economía.

El 75% de los municipios y departamentos del país están en ley 550. El panorama de las finanzas públicas está en estado cataléptico y haciendo metástasis.

La subida catastral y de industria y comercio genera inconformidad. La banca aprieta también, subiendo intereses, y deteniendo como consecuencia lógica megaproyectos para el país y desacelerando la economía. El esquema tributario asfixia a las empresas y al aparato productivo colapsa y muchas empresas ya están empacando para irse a otros escenarios, en distintos países más halagüeños para la productividad, como también, otras cerraron.

Tenemos la más pavorosa y crítica devaluación, después del colapsado e inviable estado vecino venezolano. Los anuncios de no exploración y explotación petrolera y en otros aspectos mineros avizoran escenarios peligrosos para la economía.

Las desavenencias ministeriales o incoherencias en las distintas reformas ya sea en los planos de la salud, sectores mineros energéticos entre otros son signos de desestabilización macroeconómica. Inclusive al Presidente Petro le ha correspondido llamar la atención a varios ministros. La banca prestamista y usurera multilateral está exigiendo más reformas tributarias al país para pagar la enorme deuda y no exista cesamiento de pagos o Default.