Después de educar a sus diez hijos con la dignidad campesina adquirida en la vereda los Caños, Montería, y con 97 años cumplidos, doña Idalides Benítez de Lozano, aprendió a leer y escribir, gracias a la oportunidad que le ofreció la Universidad de Córdoba a través del proyecto Estrategia de Alfabetización, Ciclo Lectivo Especial Integrado (CLEI 1), cuyo cierre se cumplió con el grupo al que perteneció esta longeva mujer, integrado por 58 mayores beneficiarios de la zona suburbana de esta capital.

“Dios los bendiga por esta oportunidad, me siento feliz”, exclamó doña Idalides al tomar la palabra, mientras recibía su primer diploma, de manos del rector de esta alma mater, Dr. Jairo Torres Oviedo. Como el resto de sus compañeros se vistió con toga y birrete, y durante la ceremonia ocupó uno de los primeros lugares en el auditorio de la biblioteca central Misael Díaz Urzola, en el lugar de desarrollo Montería.

“Todo eso lo aprendí”, dice brevemente cuando se le pregunta por las letras y los números que no conocía. Asegura que ahora es más fácil entender los contenidos de las revistas de moda y de farándula.

Para el rector Torres el caso de doña Idalides es el símbolo de la negación de un derecho que no se puede volver a repetir en la sociedad colombiana; esperar casi un siglo para tener acceso a un derecho básico como es el de la educación.

“Nuestra universidad con su liderazgo lo que está proponiendo es una Córdoba libre de analfabetismo, pero con acompañamiento de la institucionalidad. Hemos visibilizado un problema y no hacerlo es contribuir con la amnesia de la historia, sin que se corrijan las inequidades sociales, resultado del orden social que se ha construido”, sostiene el rector Torres, mientras argumenta que mientras en el país las cifras de analfabetismo están en un 5 %, en Córdoba están en el 15 %, es decir, de 1 millón 700 mil habitantes, por lo menos 250 mil no saben leer y escribir.

Muy cerca de la historia de Idalides, en el auditorio unicordobés, estaba la de Lucely Calao Segura y su hija Yina Vega Calao; esta última docente del Departamento de Lengua Extranjera de esta alma mater, quien convenció a su progenitora para que cumpliera el sueño de por fin aprender a leer y escribir, un poco más desocupada de la abnegación de madre y ama de casa en el barrio Bonanza.

“Lo habíamos intentado muchas veces, pero mi mamá sentía un poco de pena porque no sabía qué tipo de compañeros encontraría. Sin embargo, en este proyecto tomó el impulso, recibió todo nuestro apoyo y lo logró, además sus deseos son seguir estudiando y por supuesto que contará con el soporte de la familia”, sostiene la profe Yina, acompañante de su progenitora y de su tía Marelbis, quien también fue beneficiaria de esta iniciativa.

El proyecto Estrategia de Alfabetización se deriva de la alianza social Córdoba Transformada, de Unicórdoba y es dirigido por el profesor Mauricio Burgos Altamiranda, del Departamento de Español y Literatura, quien advierte que el tema del analfabetismo no es sólo de Colombia, sino a escala del mundo, manifestado en 700 millones de personas que no saben leer y escribir.

“Como Universidad de Córdoba hemos hecho la tarea y con este primer ciclo le devolvemos al Departamento 1.557 vidas de la zona rural profunda que no habían tenido esta oportunidad. La institución ha estado y estará a la altura para la continuidad de este proyecto, pero se requiere voluntad de los entes territoriales”, sostuvo el profesor Burgos Altamiranda.

De los 1.557 beneficiarios en este primer ciclo, 270 corresponden a Montería, 280 a Lorica, como municipios certificados en educación y los 1.007 restantes a otros municipios cordobeses que son: Tierralta, Valencia, Canalete, Puerto Escondido, San Pelayo, Cotorra, Ciénaga de Oro, Ayapel, Buenavista, la Apartada, Montelíbano, Planeta Rica, Pueblo Nuevo, San José de Uré, Chimá, Chinú, San Andrés de Sotavento, San Antero, San Bernardo del Viento y Tuchín.