27 de abril de 2024
Tendencias

© 2023 El Meridiano.

Un solo tira que jala, así han manoseado a la Mojana

Por
26 de feb. de 2023

Compartir con:

thumbnail

Redacción. La Mojana es una subregión de la Costa Caribe colombiana que desde décadas ha sido reconocida por las incontenibles inundaciones que son ocasionadas por el desbordamiento del río Cauca en temporada de lluvias. La Mojana, a parte del Cauca, también recoge los ríos San Jorge y Magdalena (Brazo de Loba). Esta región comprende 11 municipios que hacen parte de cuatro departamentos.

De esos cuatro departamentos, el de Sucre es el que tiene más municipios enclavados en las verdes ciénagas de esa zona, pues son siete. Tres de la Mojana como tal (Sucre, Majagual y Guaranda), y cuatro del San Jorge (San Marcos, Caimito, La Unión y San Benito Abad).

Años tras año el río Cauca rompe por cualquier parte de los puntos débiles del jarillón que está en su orilla y el que evita que el agua ingrese a las comunidades y fincas aledañas a él. Cuando esto pasa, los entes territoriales como Gobernación o Alcaldía, depende qué municipio es el afectado, gestionan recursos para cerrar el boquete o chorro, que siempre es bautizado con el nombre que tiene el sitio por donde rompió.

Pero esas actividades de cierre son siempre pañitos de agua tibia, ya que no solucionan el problema de fondo, sino por encima, pues son artesanales (sacos rellenos de arenas y estacas para meter dichos sacos).

La Mojana siempre ha tenido inundaciones, pero las más graves han sido las de los años 1989, 1998, 2005, 2010, 2011 y 2021-2022.

Esa serie de inundaciones prendieron las alarmas en las autoridades territoriales del orden local, departamental y nacional que empezaron a tomar acciones con el fin de ponerle control a las mismas.
En ese sentido, a la Mojana le comenzaron a hacer estudios tras estudios para saber realmente las obras que necesita para acabar o controlar dichas inundaciones.

En fin, con ese cuento la Mojana ha sido objeto de una serie de estudios, entre esos el de la Misión Colombo-Holandesa, que recomendó la construcción de carreteras, así como la limpieza, adecuación e interconexión de sistemas de canales para comunicar la zona y solucionar la navegabilidad de sus caños y ríos, obras que se desconoce su ejecución.

Facsímiles de las publicaciones hechas por El Meridiano desde que Iván Duque hizo anuncios y ahora que Gustavo Petro hace los propios.

También existen los proyectos del Plan Mojana adelantados por Corpoica en convenio con el INAT (1998) sobre la caracterización biofísica y adaptabilidad de la producción agropecuaria sostenible en los ecosistemas de esta subregión.

En fin, nada de las obras que años atrás han hecho han acabado con las protuberantes inundaciones y al contrario año tras años las familias siguen sufriendo. De esas inundaciones se destaca la de los años 2010 y 2011, dos años consecutivos en la que la situación se agudizó más y las pérdidas fueron innumerables.

El proyecto integral
A raíz de eso nació, el "proyecto Intervención Integral para la Reducción del Riesgo de Inundaciones en la Región de la Mojana", que tiene como objetivo desarrollar acciones que conduzcan a una mejor adaptación de sus habitantes a las condiciones ambientales e hidro-metereológicas, así como a las características sociales y económicas de la región. Este está a cargo del Fondo Adaptación.

Ese proyecto comenzó con la intervención de varias fases, entre esas las reconstrucciones de colegios, hospitales y vividas, estructuras que quedaron débiles después de esa inundación de dos años consecutivos. También está las obras de protección en los municipios de Magangué (Bolívar) y San Marcos (Sucre), al igual que la restauración de humedales.

La última fase era la de saber qué necesitaba la Mojana para acabar con esas inundaciones. Ahí fue cuando, a través de un estudio, arrojó que eran las obras hidráulicas, que son la más complejas. Consta de 33 compuertas, 32 de ellas son para el río Cauca y una para el San Jorge, y la limpieza y dragado de ríos, caños y ciénagas.

El proyecto Integral de la Mojana ha quedado estancado en esta última etapa, pues son obras muy costosas que están al rededor de los 2,5 billones de pesos.

El Conpes
Los gobernantes territoriales de los departamentos que comprende la Mojana gestionaron ante el gobierno del entonces presidente Iván Duque para que esas obras, antes de acabar su mandato quedaran aseguradas. Fue así que nació el conpes 4076 de 2022, que declaró de importancia estratégica regional de construcción de obras en la Mojana por $1,8 billones con vigencias futuras.

Se dijo que de ese dinero el Estado pone 1,1 billones de pesos y el resto los gobernadores de Sucre, Córdoba, Bolívar y Antioquia. Al final todo quedó pactado de esa forma en el gobierno Duque.

Cara de Gato
Un año antes de culminar ese gobierno se presentó el 27 de agosto de 2021 el desbordamiento del río Cauca por el sector de Cara de Gato, la cual aún está abierto y ha dejado miles de pérdidas de agricultura, tierra, ganadería y de viviendas deterioradas. Esta es la otra inundación fuerte, después de la de los años 2010 y 2011.

Días después de haber roto el Cauca por ese sector, el presidente de ese entonces Iván Duque se apersonó de la situación y anunció una partida de más de 20 mil millones de pesos para cerrar dicha boca.

Primera falla
Los trabajos comenzaron y aseguró que estos duraban 80 días. En octubre de ese año (2021) Duque arribó, junto con los funcionarios de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, en ese entonces con el director, Eduardo José González, al terreno. Ese día dijo que el 20 de noviembre, que es el día 80 del inicio de las obras de cerramiento del boquete de cerca de 500 metros, quedaba cerrado Cara de Gato.
Esa primera promesa no se cumplió por inconvenientes con los contratistas, que no aprovecharon el poco verano que hubo para adelantar con rapidez ese cierre.

Esa lentitud ocasionó el anuncio de una nueva fecha y fue la del 28 de febrero de 2022. Para esa fecha la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo había previsto el cierre de la boca. Esta vez faltaban para cerrar solo 15 metros de un boquete de 1.212 metros lineales. El cierre total se postergó entonces para marzo.

Pero justo cuando se iba anunciar el cierre llegó una corriente súbita que venía río arriba y no dejó cerrar la boca. Las aguas del Cauca sobrepasaron la altura del dique de contención construido. La presión del agua en ese punto sobrepasó las geobolsas, material con que el contratista tapaba el chorro. Estas quedaron sepultadas bajo el agua.

Héctor Olimpo Espinosa, en El Meridiano afirmó que la primera piedra de las obras estructurales se pondría en el segundo semestre del 2022. Eso nunca pasó.

https://www.youtube.com/watch?v=8LgNoRMQdo4
En esta entrevista #EnElMeridiano el gobernador anunciaba que las obras en la mojana iniciaban el segundo semestre del año 2022

El nuevo gobierno
Pasaron esos meses y llegó el nuevo gobierno, en cabeza de Gustavo Petro, que días después de su posesión, en agosto de 2022, visitó parte de la Mojana y luego de un pequeño recorrido dijo que tal cierre de esa boca no se iba a dar en invierno y que con el fenómeno de la Niña lo que se venían eran más lluvias.

Eso no gustó entre los mojaneros que dos meses después le exigían el cierre o de lo contrario ellos se iban a paro. Finalmente, el Gobierno cedió ante las amenazas. En boca del director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, Javier Pava, se les prometió que el cierre del boquete se haría cuando el tiempo climático dejara.

Eso lo dijo en conversación con la mesa "Pacto por la Mojana" desde Bogotá.
En una reunión con los ganaderos, Gustavo Petro les dijo que las obras estructurales de mitigación podrían depender de una "fórmula" conciliada que pretende recuperar la inversión en pagos por concepto de impuesto a la valorización de las tierras beneficiadas, lo que se conoció como plusvalía. Sin embargo, como el tema central ha sido Cara de Gato, esa propuesta ha quedado atrás.

Ollas comunitarias
Recordemos que cuando Petro fue a la Mojana después que ganó, también dijo que lo primero que iba a ser era matar el hambre. De ahí nacieron las ollas comunitarias, las cuales son 47, para atender a 4.700 personas con dos comidas calientes al día.

De igual manera aseguró que giraría apoyos económicos por $500.000 pesos a la totalidad de las familias afectadas y se entregarían kits de ayudas humanitaria de emergencia. Esto poco es lo que se ha cumplido.

Ratificaron cierre
El 30 de noviembre, durante el Diálogo Regional Vinculante, Pava le ratificó a los mojaneros el cierre del chorro.

Entonces a comienzo de diciembre Pava anunció que el cierre correría por cuenta de ingenieros militares, es decir, que ellos ejecutarían las obras y que estas iniciarían después del 15 de diciembre, fecha que luego se aplazó para los primeros días de enero de este año, pero estas no arrancaron y los mojaneros se sintieron engañados.

En ese orden de ideas, dieron un ultimátum: si al 15 de enero no comenzaba el cierre de Cara de Gato se irían a paro. Se cumplió la fecha y ni una sola máquina.

Líderes comunales, campesinos, agricultores, ganaderos y afectados en general programaron un plantón para el 18 de enero.

En la víspera Javier Pava, les comunicó las razones de la demora: los ingenieros militares informaron que no tienen la capacidad ni lo medios para adelantar una obra de esa envergadura.

En vista de que se quedaron sin ejecutor, la Unidad invitó a varios contratistas particulares a presentar propuestas.

Pava explicó que finalmente optaron por quien había ejecutado (en el gobierno de Duque) la obra del canal de La Esperanza, que ya conocía el terreno. Este, según el director de la UNGRD, empezaría a movilizar maquinaria al sitio a partir del lunes 23 de enero.

No le creyeron. Y en efecto el contratista no hizo ningún movimiento.

El 18 de enero, los mojaneros lideraron un primer plantón en La Apartada.

Luego tras no ver que el Gobierno cumplía, decidieron irse a paro indefinido. Este comenzó el 25 de enero y duró más de 10 días. Bloquearon la vía Troncal de Occidente, a la altura del puente San Jorge, en La Apartada, Córdoba.

Finalmente el dragado comenzó con dos máquinas que los afectados de la zona llaman "cucarachas" y que parece no ser suficientes. Tanto es así que el mismo Javier Pava en su última rueda de prensa, al afirmar que el chorro Cara de Gato no se cerraría por ahora, dijo que la única solución es dejar que el Cauca siga su cauce natural.

Palabras más, palabras menos, la Mojana seguirá a merced de la naturaleza, de promesas, de incumplimientos, del oportunismo político y de un futuro incierto.