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Por: Carmelo Román Agámez.
"La Vitrola y otros cuentos", libro del escritor Ángel Villadiego Arrieta, impreso por la editorial Manexca, se convierte en un oasis de tranquilidad en un mundo cada vez más acelerado y estresante. Esta obra es una invitación a contemplar historias que mezclan la remembranza de aquel pasado con narraciones más actuales que se sostendrán, de manera incontenible, en el tiempo y en el espacio.
El libro es una deliciosa colección de nueve historias, cada una precedida de un epígrafe como antesala que anuncia y predice el discurrir o el rumbo que cada una de ellas puede tomar. De esta manera, encontrarán relatos como: La Vitrola (del que toma el nombre el libro), Hagiografía, No sean pendejos, La puta de puerto platanito, Anatomía forense, Siempre son los demás los que se mueren, entre otros, los cuales transportan al lector a un mundo idílico, donde el ritmo de la vida es más lento y el aire es más puro.
Los personajes que habitan estas páginas son sencillos, auténticos y profundamente humanos, y sus historias nos hablan de la importancia de la conexión con la naturaleza, la comunidad y con el ser interior, capturando una esencia propia que le da vida a cada una de sus páginas.
A través de su libro, el autor, Ángel Villadiego, nos muestra la belleza del tiempo pasado, exalta con pulcritud la vida provinciana que se enmarca en la ruralidad, los paisajes verdes, las personas cálidas y acogedoras, los tiempos perdidos en la concupiscencia de la juventud, en las dificultades que enfrenta la sociedad, buscando mostrar después la resiliencia, la solidaridad y la esperanza.
La prosa del autor es lírica, evocadora, ágil y directa, y logra transportarnos a un mundo que es a la vez familiar, pero lejano y con ritmos cada vez más acelerados. El lenguaje que maneja es fresco y sus palabras contienen un sosiego para el ajetreo diario, pero al mismo tiempo nos invitan a reflexionar sobre lo que es verdaderamente importante en la vida, generando la sensación de que estamos leyendo algo nuevo y emocionante.
El libro es también una mezcla de sensibilidad y descripción que fluye, que no atraganta, que no frena el discurrir de los hechos. En este sentido, la acción se desliza, sigue su caudal, fluctuando entre el mundo citadino o de vida urbana y la añoranza embelesada e inquietante del pueblo de antaño. También es mérito valioso del autor lograr "el equilibrio entre la narración y la descripción", tal como lo afirma el escritor Nelson Castillo en el prólogo.
Los cuentos que componen este libro son una mirada profunda y crítica a la sociedad del pasado y la contemporánea. El autor nos muestra en sus narraciones temas universales y actuales como la diversidad y la complejidad de la vida (como en el cuento "Los gatos de mi vecina"); contrastes y contradicciones del ser (como sucede en "No sean pendejos"); la soledad del hombre moderno (como en "La puta de puerto platanito"); la solidaridad y la conexión humana (como en "La Vitrola"); o el rescate de la memoria de los pueblos (tal como sucede en el cuento "Hagiografía" y que parece un capítulo extraviado de la novela "En Chimá nace un santo", del gran Manuel Zapata Olivella.
Pero lo que más se destaca de este libro es su capacidad para capturar la energía y la vitalidad de los personajes, mostrando los relatos como organismos vivos, con sus propias pulsaciones y ritmos. Y es en este contexto que ellos mismos y sus historias cobran vida, haciéndonos sentir, pensar y conectar con la realidad que los envuelve y que emerge de forma endógena hasta provocar el deleite y el goce de la lectura.
La característica que define a este libro es su capacidad para abordar temas que pendulan entre el pasado y la actualidad, insertándolos en un mundo globalizado de soledad, de búsqueda de la identidad, de la lucha por la justicia y la igualdad en una sociedad cada vez más desigual. Los personajes que habitan estas páginas son creíbles y bien desarrollados. El autor muestra la diversidad y la complejidad de la condición humana, y nos invita a empatizar con los demás y a entender sus perspectivas. Su contenido es valioso. ¡Lo recomiendo!