Por Manuel Cadrazco:

El fin de semana pasado, enmarcado por un puente festivo, se llevaron a cabo en el municipio de San Benito Abad, las Fiestas del Perdón en honor al Señor de los Milagros, una de las fiestas religiosas más importantes y concurridas de Colombia, miles de personas se congregaron en este municipio de la subregión San Jorge como cada año.

Los beneficios para este municipio y sus territorios aledaños no solo se traducen en afluencia de turistas, sino también en la activación del comercio en torno a la fiesta y la oportunidad que ven muchas familias de ofrecer servicios.

Esta festividad es un ejemplo de las muchas oportunidades que tenemos en el Departamento de Sucre para promover el turismo religioso y cultural. Una consigna para los municipios y el departamento en el mediano y largo plazo es consolidar destinos turísticos de experiencia, alrededor de la cultura. Para ello, en el departamento se deben consolidar rutas turísticas que destaquen la historia y arquitectura religiosa y cultural de los municipios.

Esta idea se trata de diseñar recorridos turísticos que permitan conocer y apreciar el patrimonio religioso y cultural, donde se puedan destacar las iglesias, y otros lugares emblemáticos, así como también las historias, leyendas y tradiciones relacionadas con la religión en la región.

Otra idea para implementar es promover el turismo comunitario (sobre todo brindando capacitación) y la economía solidaria; donde los habitantes locales participen activamente en la prestación de servicios turísticos, como alojamiento, alimentación, guianza, transporte, entre otros. De esta manera, se involucra a las familias locales en la actividad turística y se genera una economía solidaria y sostenible.

Todo lo anterior acompañado de implementar programas de conservación del patrimonio cultural y natural.
Por último, importante resaltar la gastronomía de muchos municipios de Sucre, la cual es única en el país.
Sucre tiene mucho potencial, es un departamento que despierta mucha imaginación, a tal punto que García Márquez referenciaba así las fiestas religiosas en sus artículos periodísticos, como este fragmento recuperado de Crónicas y Reportajes (1978): "En esta forma Jesusito es dueño de una huerta, de dos casas, y de un potrero bien cuidado en el que pacen vacas, bueyes, caballos y mulos, distinguidos con su hierro particular. Algo semejante a lo que ocurre con el Cristo de la Villa de San Benito".