El 2023 se vislumbra como un año donde los retos estarán en el orden del día y el Congreso de la República, sin duda, ocupará los primeros planos como protagonista en el trámite de importantes leyes que marcarán la agenda nacional, entre ellos, el Plan Nacional de Desarrollo, que definirá la hoja de ruta de este cuatrienio, así como las reformas a las pensiones, la salud y laboral que ya han sido anunciadas por el Gobierno. El país tiene un importante reto, y es que los cambios de fondo en los diferentes ámbitos de la vida nacional deben estar orientados a mitigar la incertidumbre mundial.

El principal desafío es el crecimiento con equidad. Por un lado poder crecer por encima de los pronósticos poco optimistas de los expertos, quienes señalan que nuestra economía apenas alcanzará entre 1% y 2%, debido a las fuertes presiones inflacionarias, los vientos de recesión y los efectos de la crisis generada por la guerra entre Rusia y Ucrania, entre otros. Por otro lado, lograr que ese crecimiento beneficie a todos los colombianos y nos ayude a disminuir los niveles de pobreza, que según la Cepal para 2022 llegará al 39,2%.

Nuestro país aún no tiene un mensaje claro de confianza. Los indicadores no nos dan un buen diagnóstico, el déficit fiscal está en 4.7% y el déficit de nuestra balanza de pagos supera el 7%. Sin contar que la deuda pública ronda el 51% de lo que producimos como país, en otras palabras, debemos cerca de la mitad de nuestro Producto Interno Bruto (PIB). Estos indicadores unidos con la inflación que a noviembre cerró en 12,5% y el precio del dólar que sigue fluctuante y amenazando con volver a retomar los $5.000 nos muestra que estamos atravesando como sociedad un momento complejo, que incluso no veíamos desde la crisis del 2008.

Así las cosas, el Gobierno va a tener que ser muy cauteloso frente los anuncios que hará en el futuro de cara a las diferentes coyunturas, pues como lo hemos visto, la falta de criterio por parte de algunos miembros de gobierno al exponer sus ideas han provocado serias tensiones en la economía nacional, por lo que reitero la importancia de la prudencia, de las decisiones pensadas y analizadas en profundidad, no podemos dar paso al populismo o a las intenciones de algunos de ganar puntos en los medios y las encuestas de opinión. Es mucho lo que está en juego, nuestro país merece acciones responsables.