26 de abril de 2024
Tendencias

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<strong>Sucre no está para tendencias</strong>

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30 de mar. de 2023

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Por: Francisco Montes Vergara

Cuando me refiero a tendencias quiero llamar la atención sobre conductas repetitivas que se han convertido en un obstáculo para el desarrollo del departamento de Sucre.

El departamento de Sucre no puede seguir a la espera de las soluciones a los problemas que han perdurado. Soy columnista de El Meridiano de Sucre desde el año 2005. Esto me ha permitido conocer y hacer seguimiento a la evolución del desarrollo económico. Por otro lado, visitar los municipios y barrios de Sincelejo, ayuda a identificar y contrastar de primera mano con las cifras. Revisar cifras y verificarlas en terreno, permite valorar y dimensionar las falencias socioeconómicas. Ellas son las mismas, además de ser comunes entre los municipios del Departamento, son también las que se han mantenido a lo largo de los años.

Una particularidad en el departamento de Sucre es encontrar el congelamiento de lugares o acciones. Al referirme a lugares menciono obras de infraestructura física. Al hablar de acciones, puntualizo sobre el ofrecimiento de servicios como la distribución del agua para consumo humano en carros tanques. Estas falencias han generado la creación de ocupaciones informales o el ofrecimiento de soluciones por fuera del sistema económico. La consecuencia de ello es el atraso económico a raíz de la falta de articulación y la ausencia de valor agregado en las tareas. La falta de valor agregado ocasiona disminución de ingresos, falta de calidad, pérdida de tiempo, grandes riesgos para la sociedad y la disipación de oportunidades laborales.

Las comunidades solo esperan soluciones. La llegada de cada persona a un municipio, corregimiento o vereda, ofreciendo resultados, puede sentirse como una esperanza o un momento más a los ocurridos en el pasado. Se ha escrito un libreto que es aplicado cada cuatro años, todos lo conocen por lo que hacen uso de este. Pero, además, existe una trama adicional alimentada por la angustia y la falta de oportunidades, la cual es la que se ve y escucha durante los cuatro años siguientes.

Esta situación ha producido desesperanza. Lo paradójico es que la desesperanza ha llevado a un estado de acomodación que logra convivir con la inconformidad, la critica y al mismo tiempo con el disfrute de mañas que están entorpeciendo el desarrollo económico. La única opción encontrada hasta el momento, son unos meses de disfrute a cambio de cuatro años de pesares.