Por Olga Lucía Bustamante

El diccionario los define como las señales indicadoras de cambios a favor o en contra. Es un término genérico utilizado en cualquier tema: salud, ambiental, jurídico, político, económico, social, religioso, empresarial, educativo, afectivo, etc. Es el S.O.S. que obliga a hacer un alto para analizar ¿Qué está pasando?

La marea o ambiente general, en el mundo, al interior de las familias y las instituciones, huele a rancio, a aguas estancadas. Las raíces presagian estar en podredumbre o secándose. Es un tema de extremos: se abusa o no se hace nada. Los límites están vulnerados, las normas socavadas, el orden transgredido. ¿En qué términos educar hoy? ¿Quién tiene la razón, cuando todo se justifica en aras de la modernidad?
Existe un eje sustentador que nunca pasará de moda, se llama conciencia. Está en cada uno, es un soporte modulador guiado por los sentimientos del alma. Pocas personas atentan contra sí mismas, porque la autoprotección lo impide. Entonces la premisa es: Si me hace bien a mí y a los demás, es conveniente. Si me lastima a mí o a los demás, es inconveniente, inadecuado o contraproducente. Es cuestión de mantener el equilibrio.

Lo ofensivo, es ofensivo en cualquier parte. Lo ilegal no deja de serlo, aunque se maquille de legal. Lo impropio nunca será correcto. Lo perjudicial no tiene efectos positivos, aunque se quiera demostrar lo contrario. La mentira no se transmuta en verdad. El desamor no enamora. La desconsideración no es tierna.

La niñez, la juventud y la adultez no son síntomas, son estados naturales que se preceden. Invariables, aunque se trate de manipular. El niño puede crecer físicamente mucho, pero su psiquis es la de un niño. Un adolescente puede asumir la vida de adulto desde temprano, pero su comportamiento es inmaduro y carece de discernimiento. Un adulto puede poseer corazón de infante, pero sus características físicas muestran el paso del tiempo, y su mirada de la vida tiene otra perspectiva.

No nos hagamos los de la vista gorda ante los síntomas que anuncian crisis o problemas. Un síntoma de desperfecto de una vía, son sus primeros huecos pequeños, que, si se arreglan rápidamente, es cuestión de días y cuestan muy poco, obviando las incomodidades, los peligros y los grandes gastos. Un síntoma de deterioro social grave, es la falta de respeto, la subvaloración de la vida, de la niñez, de sus adultos mayores y de las instituciones. Solo si se atienden a tiempo puede evitarse la 'bola de nieve destructora'.
"Conciencia es la gran herramienta humana, en favor del sostenimiento de la especie".