24 de abril de 2024
Tendencias

© 2023 El Meridiano.

Se salió del lugar equivocado

Por
22 de may. de 2023

Compartir con:

thumbnail

Por Ismael Guerra de la Ossa

Todo el mundo lo sabía: los analistas de la política, los académicos que se dedican al tratamiento de estos temas, los expertos en filosofía política, los que no lo son; los militantes de las distintas ideologías, los ideólogos conservadores e incluso los conservadores rasos, sabían y veían a leguas que el Partido Conservador colombiano se había ubicado en el lugar equivocado al declararse partido de gobierno en la Administración Petro. Al parecer, los únicos que no se habían dado cuenta de eso, inconcebiblemente, eran los congresistas de esa colectividad que casi unánimemente firmaron aquel pronunciamiento donde confesaron, ilusa y cándidamente, que se sentían integrantes de la coalición gobernante.

Solamente a ellos se les pudo ocurrir que el agua y el aceite eran dos sustancias que se podían combinar químicamente hablando. Pasaron por alto que la ideología del presidente Petro es diametralmente opuesta a la que profesan los conservadores y que su talante pendenciero, camorrista, vengativo y de odio hacia todo el establecimiento político, era un obstáculo imposible de superar. Además, de todo puede haber en el espíritu de Petro, menos algo que indique siquiera un ápice de reconciliación nacional.
Todo lo contrario, lo que yace y subyace en su carácter y temperamento es la tendencia al enfrentamiento y la discordia. Era inexplicable entonces, que el conservatismo se hubiese declarado partido de gobierno en el mandato de Petro. Y ahí está el resultado: sin ninguna clase de consideración o, mejor, de manera humillante e ignominiosa, fue echado del gobierno. Claro, Petro, sin proponérselo, le hizo un gran favor al Partido Conservador pues al sacarlo de su gabinete le permite reconciliarse con sus bases, con las cuales se había divorciado, ¡y de qué manera! al haber entrado al Gobierno Petro.

Les tocará entonces a las directivas del partido, redireccionar su rumbo, enderezar su derrotero y, por supuesto, encauzarse por el sendero correcto, recomponiendo su estrategia con miras a las próximas elecciones regionales donde puede obtener una gran porción de poder si alinea sus fuerzas y las directivas conservadoras se ponen la camiseta. Desde luego, la base primordial es la unidad, a la cual deben apostarle los conservadores si quieren tener un buen suceso electoral en dichos comicios.

Por lo pronto, al declararse independiente del actual gobierno, ya no cargan con el baldón de haberse ubicado en el lugar equivocado.