Por Valmiro Sobrino Oliveros

Santiago Posteguillo es un escritor español de relevante éxito en la novela histórica y de paso de la biografía de grandes personajes de la antigüedad. Su última obra Roma Soy Yo, es quizá una de las tres mejores biografías que se ha escrito sobre quien se considera el más grande personaje de la antigüedad; Julio Cesar.

Ha escrito innumerables novelas históricas recreándonos con la vida de personajes importantes con la misma lucidez que lo hizo por ejemplo con Churchill Andrew Roberts; con Dostoievski Stefan Zweig; Peter Collier con Los Kennedy; Walter Isaacson con Leonardo Da Vinci, Marguerite Yourcenar con Memorias de Adriano y otros 20 o 25 grandes biógrafos.

En una entrevista con EFE en diciembre pasado el famoso escritor aborda el tema del revisionismo en el pasado histórico para cuestionar a aquellos que sin tener un fundamento científico del estudio de la historia, rechazan hoy hechos que a juicio de ellos se hicieron mal y hoy deberían revisarse. En ese sentido escribí hace algún tiempo mi rechazo a unos vándalos que derribaban una estatua de Cristóbal Colón.

El estudio de la historia no es fácil, porque la historia de la humanidad no es una crónica. En mis estudios de ciencias sociales en la Universidad del Atlántico mi profesor Eduardo Peña nos dijo que para entender la historia hay que vivirla, vale decir, retrotraerse a ese momento de la humanidad y vivir allí como si hubiésemos regresado al pasado y fuéramos un ciudadano de ese momento estelar. En una clase de derecho romano le decía a mis alumnos que el esclavismo propio de los pueblos antiguos fue un proceso necesario de la humanidad y les explicaba por qué.

Para estudiar la historia de la burguesía usted tiene que irse a vivir a la Europa de los siglos XVI, XVII y XVIII pues de lo contrario no puede entenderla porque cada época de la historia justifica sus propios comportamientos, sus valores esenciales, su propia "ratio"; su razón de ser.

Posteguillo dice que "en el pasado se han hecho cosas mal y cosas bien pero cuando han pasado decenas y decenas de generaciones ¿qué sentido tiene el revisionismo?; como por ejemplo pedirle ahora a España que resarciera en América lo que hizo mal, sería lo mismo que los españoles le pidieran ahora a Roma resarcirla de la invasión de sus legiones hace dos mil años".