Por Ensuncho De La Bárcena:

Este fin de semana celebraremos a José de Nazaret, artesano, esposo de la Virgen María, padre adoptivo de Jesús y patrono de la Iglesia Universal.

Era de condición humilde, aunque perteneciente a la estirpe del rey David. Numerosos autores cristianos se refirieron a él a lo largo de la Historia. Sixto IV fue quien introdujo su festividad en el Breviario romano del siglo XV; mientras que Inocencio VIII la elevó a rito doble. Desde el comienzo de su Orden, los Franciscanos se interesaron en José de Nazaret como modelo de paternidad, fidelidad, humildad, pobreza y obediencia. Sin embargo, fue Santa Teresa de Ávila quien dio a la devoción a San José el espaldarazo definitivo en el siglo XVI: "Solo pido, por amor de Dios, que lo pruebe quien no me creyere, y verá por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso Patriarca y tenerle devoción".

Pío IX lo proclamó Patrono de la Iglesia Universal el 8 de diciembre de 1870. León XIII publicó en 1889 una encíclica en su honor, y en 1989, al cumplirse su centenario, Juan Pablo II le dedicó una exhortación apostólica que es considerada la Carta Magna de la teología de San José. El Papa Francisco escribió una carta apostólica con ocasión del aniversario 150 de ser considerado patrono de la Iglesia Universal y con ese mismo motivo le dedicó un Año, de diciembre de 2020 a diciembre de 2021.

San José es patrono de la Familia y de la buena muerte, porque la tradición indica que falleció en brazos de Jesús y de María. También es patrono del trabajo, protector contra la duda, contra el comunismo y contra la relajación moral. Patrono de América, China, Canadá, Corea, México, Austria, Bélgica, Bohemia, Croacia, Perú, Vietnam y Costa Rica, donde está la única Arquidiócesis dedicada al santo. No menos importante es que sea el patrono de Maruza, el barrio musical de mi pueblo.

A orillas de la Ciénaga y sus amaneceres, rodeada de pescadores que zarpan con el silencio del atardecer, germinó la gran Familia Piña que tiene entre sus miembros fundacionales al maestro Juan de la Cruz, a la bailarina Bertha y a la devota Emilia. Mencionemos algunos de sus frutos para comprender la importancia de esta estirpe: Alfonso, Carlos, Juan, Jorge y Elvira. En San José de Maruza el maestro Alejandro Rodríguez, cantor de mi terruño, sufrió aquella "noche tan oscura y tan lluviosa" que inmortalizó con el nombre Graciela; allí mismo nació el gran trompetista Adolfo Castro, compositor de nuestro emblemático porro "San Marcos".
Razones de sobra para celebrar este santo festivo.