Por José Armando Benítez Tuirán

El Bajo Cauca antioqueño y el San Jorge cordobés son tierra de nadie. Esta semana las protestas de los mineros artesanales de la región han hecho arder la zona. Estas dos regiones además de compartir límites territoriales y problemáticas sociales, comparten la desgracia de sufrir el abandono del estado.

Ningún mandatario estatal a día de hoy los ha tomado en serio, y la mayoría de las visitas que realizan durante sus períodos presidenciales, están relacionadas con los llamados consejos de seguridad.

De ahí quizás, la nueva tendencia de bloquear el paso entre las dos regiones, para llamar la atención del país.

Hoy son los mineros artesanales protestando por la ofensiva del gobierno por poner fin a la minería ilegal, que de paso sea dicho está destruyendo cientos de hectáreas dejándolas impracticables y contaminando con mercurio las fuentes hídricas. Hace menos de un mes, fueron los mojaneros exigiendo soluciones al eterno problema de las inundaciones de esa zona.

Sin embargo, son muchos los motivos por los que estas dos regiones podrían alzar su voz. La violencia ha sido desde hace mucho tiempo el común denominador de estos pueblos. Las guerrillas, los narcos, los paramilitares y ahora las bandas criminales, se han ido turnando para apoderarse del control del territorio, siempre con la coincidencia de que los muertos corren por cuenta del pueblo.

Hoy las dos regiones están azotadas por la extorsión y para eso no parece haber solución. La decisión del gobierno nacional de sacar al Clan del Golfo de su iniciativa de Paz total, augura una escalada criminal de mayor fuerza. Estamos atrapados, básicamente porque en nuestros territorios se producen dos fuentes importantes de financiación de los grupos delictivos como son la pasta de coca y el oro.

Pero tanto el San Jorge como el Bajo Cauca, podrían alzar su voz por el incumplimiento en muchísimas obras, en ellas, el incumplimiento en la construcción del Acueducto Regional del San Jorge, la falta de una universidad pública, la carencia de un hospital de primer nivel.

Sin embargo, de momento solo servimos para visibilizar reclamos de otras regiones (como es la Mojana) y de una reducida forma de economía (como es la minería artesanal), pero el día en el que el Bajo Cauca y el San Jorge, se pongan de acuerdo para reclamar la atención que merecen del gobierno nacional, ese día se paralizará el país de verdad.