Que haya justicia en Chochó

Por José Armando Benítez Tuirán

Hoy precisamente hace un mes que la desgracia tocó las puertas a tres familias de Chochó. Tres jóvenes residentes en este pueblito, que está pegado a Sincelejo, fueron retenidos, asesinados a sangre fría y luego presentado como integrantes del Clan del Golfo y responsabilizados de la muerte de un policía, ocurrida ese mismo día en el vecino municipio de Sampués.

Es absurdo, doloroso y mil veces injusto, que cosas como estas sigan ocurriendo en este indolente país. Un país que necesitó casi un mes para creer lo que, insistentemente venían diciendo, entre lágrimas, indignación y desconcierto, los familiares de los tres jóvenes, desde el momento mismo en que se enteraron de los crueles asesinatos: que no eran más que tres muchachos inocentes.

Las nuevas tecnologías ayudarán a impedir la impunidad. La foto de los jóvenes aún con vida en el control policial, fue fundamental para que saltara la alarma de que se había producido un falso positivo. Aunque infortunadamente, eso no produjo una acción rápida y contundente de la justicia. De hecho, ha sido tan tardía, que el presunto homicida, uno de los mandos, ya está fuera del país, muerto de la risa, evadiendo pagar la barbarie que cometió en nombre de un compañero caído.

Y se necesitó casi un mes para que capturaran a quiénes de alguna manera u otra, participaron de semejante injusticia y pretendían continuar viviendo como si nada hubiera pasado, como si haber sido cómplices de tres asesinatos a sangre fría, fuera una más de sus labores como policías.

No puede una institución cuyo deber es proteger al ciudadano, tener miembros que quieran saciar su sed de venganza asesinando inocentes a sangre fría. No se pueden saldar las afrentas de las bandas criminales, actuando de la misma atroz manera que ellas actúan. No se puede ir vestido de uniforme, disparando y después preguntando. Por Dios, son quienes cobran un sueldo para proteger al pueblo.
¿Cómo pretenden que la gente se solidarice con la Policía Nacional cuando se ensañan contra ellos las bandas criminales, en los llamados plan pistolas?

¿Cómo vamos a confiar en una fuerza cuyos miembros se tapan unos a otros las fechorías?
Se necesita que haya justicia en el caso de Chochó. Se necesita que haya condenas ejemplarizantes. Que se pongan en marcha mecanismos para depurar esta institución. Necesitamos una Policía Nacional en la cual podamos seguir confiando.