Por Arianna Córdoba Díaz*

El mundo está al revés, decían las abuelas y cada día hay un nuevo acontecimiento que confirma esta expresión; nada más ver que esta semana un cuantioso número de indígenas – se calculan unos 500- irrumpieron violentamente en la sede de la Alcaldía de Medellín protagonizando disturbios y enfrentamiento con la fuerza pública, con peticiones, algunas totalmente válidas, pero otras realmente descabelladas.

Sí, una de las razones que argumentaron para protestar era que las autoridades no les permitían realizar labores en las calles de la Capital de la Montaña con sus niños; sí, mientras en el mundo entero se busca ante todo la protección a los menores y se establecen estrategias para erradicar el trabajo infantil y quien lo permita se somete a graves consecuencias, vetos comerciales y denuncias, los miembros de la etnia que promovió el disturbio pretenden que a ellos los autoricen.

Si bien hace solo un poco más de 20 años era 'normal' ver a niños realizando labores para adultos en vez de estar estudiando, ya el mundo no está permitiendo esto, sea cual sea la razón. Sí, es cierto que en más de una oportunidad se ven casos en los que menores tienen que trabajar para mantener a sus hermanitos menores o que los dejan cuidando a estos cuando sus padres o responsables salen a ganarse la vida, pero porque esto ocurra no quiere decir que sea correcto.

La protección de los menores no solo está consagrada en la Constitución y se evidencia en buen número de leyes en Colombia que son prioridad y que deben garantizar el bienestar de los niños en cualquier parte del territorio nacional, también a nivel internacional es fundamental proteger los derechos de los niños.

El Estado cuenta además con los organismos que deben velar por la protección de los niños en todos los niveles y circunstancias. Así que desde esta visión es inaceptable que se siga considerando que los menores deben cargar responsabilidades de adultos, aunque sea costumbre, cultura o tradición para algunos.

*Jefe de programa de Comunicación Social – Unisinú