El director nacional del Nuevo Liberalismo, Juan Manuel Galán, aprovechó la visita a El Meridiano para dar a conocer la postura del partido respecto al gobierno de Gustavo Petro, del cual hizo varios reparos. Dejó entrever en el diálogo con nuestro director general, Luis Rubiano Farak, que puede existir una oposición si el consejo nacional se pone de acuerdo, pero mientras tanto buscan fortalecer la presencia nacional, en departamentos como Sucre, donde hay varios interesados en ingresar a la ruta del aval de esa colectividad de cara a las elecciones territoriales en el mes de octubre.

¿Cuál es la postura oficial del Nuevo Liberalismo frente al gobierno de Gustavo Petro?
El Nuevo Liberalismo se declaró, de acuerdo al estatuto de oposición, como un partido independiente. Esa es la postura que nosotros acordamos fijar y la que hemos mantenido hasta ahora. Hemos cuestionado al gobierno en muchos temas, en muchos momentos, pero también hemos querido mantener la independencia para reconocer y acompañar propuestas del gobierno, medidas e iniciativas que consideremos que van en la línea que nosotros defendemos en la política.

¿Cuál es la real diferencia que existe entre el partido Liberal y el Nuevo Liberalismo?
Las ideas galanistas. La raíz filosófica de principios de ideas del Nuevo Liberalismo es la constitución de 1863 de Rionegro (Antioquia) que fue la que propuso los Estados Unidos de Colombia. Nosotros creemos en una costa federal, creemos que la costa Caribe particularmente está reclamando poder tener autonomía, independencia, capacidad de administración de recursos, de manejo de las regalías. Pero eso tiene que hacerse también con asociaciones, con integración. Por ejemplo, en el Golfo de Morrosquillo todos los alcaldes podrían armar una asociación con los municipios y poner en común recursos, planear proyectos que vayan más de sus gobiernos, sino que le apuntes a proyectos de ciudad, de territorios con una visión de permanencia y de continuidad, porque lo que vemos en las prácticas políticas empezamos a ver las diferencias. El partido Liberal es la práctica de esas ideas, es cómo se hace la política. Estamos en contra de cómo alcaldías o gobernaciones son capturadas por clanes políticos que utilizan las órdenes de prestación de servicios para condenar a la gente a una dependencia del líder político y si no entregan plata mensualmente, si no llevan gente a las reuniones políticas y si no registran votantes también le quitan la OPS. Esa esclavitud clientelista está vulnerando la libertad y la dignidad de la gente. Por ejemplo, como se está orientando la política de subsidios desde el gobierno nacional, el subsidio no puede ser un proyecto de vida para la gente, es un impulso para salir adelante, pero es temporal, para que salgan adelante, además cuando se diseña una especie de política para acabar con la clase media que es lo que ve uno que el gobierno está buscando, acabar con los empresarios de clase media, las pymes… eso está en las reformas, en el discurso del gobierno donde se sataniza el sector privado y productivo. Eso es gravísimo porque vamos a tener la mitad de pobres subsidiados y la clase media debilitada. El Nuevo Liberalismo nació como un partido que nace de la revolución urbana de nuestro país, cuando pasamos de ser un país rural a un país urbano por las migraciones, muchas de ellas motivadas por la violencia y surgió la clase media profesional urbana que no tenía interpretación política ni por el Liberal ni Conservador en su momento y de ahí el nacimiento hace 40 años del Nuevo Liberalismo para proponer una nueva manera de hacer política, alejada del clientelismo y los acuerdos entre contratistas y políticos.

Entonces, ¿qué le puede reconocer hasta este momento al gobierno?
En el discurso uno puede coincidir con muchas cosas, el problema es la práctica, el pretender gobernar por Twitter, la desorganización y el desorden que uno le ve al gobierno. Uno siente que los militantes de izquierda están sintiendo que triunfó la revolución en Colombia, pero hubo más bien el triunfo de la democracia que eligió un presidente que estuvo en la guerrilla, eso es significativo e histórico, pero lo que queremos ver es la capacidad para gobernar y administrar. Todos los temas que generan incertidumbre a nivel mundial generan incertidumbre en Colombia y uno busca un gobierno que envíe unos mensajes consistentes y de respeto por el estado de derecho, por la separación de poderes, que el presidente cace una pelea con el hambre y la violencia. Los empresarios están agobiados por la extorsión, las tasas de homicidios disparadas.

¿Cuál es la meta del Nuevo Liberalismo para las próximas elecciones?
La reconstrucción y el resurgimiento desde la base del Nuevo Liberalismo que se empiezan a poner en práctica el 29 de octubre con la elección de concejales, diputados, alcaldes y gobernadores. El concejal es el referente más importante para nosotros, es esa base que hay que construir. Los estatutos nuestros establecen que no soy yo el que entrega los avales ni digo desde Bogotá quién aspira ni quién no. Los comités territoriales tienen la responsabilidad de poner en práctica la ruta del aval. Todos nuestros candidatos van a pasar por el sistema nacional de lavado de activos contra el terrorismo, la veracidad de su hoja de vida, las propuestas deben reflejar el partido y que se ponga la camiseta, deben apoyar las listas a los Concejos municipales y Asambleas y establecer una línea de coherencia. En esos estatutos también está la línea de formación.

¿Esa línea de coherencia de la que habla también implica que quienes hayan renunciado a otros partidos puedan tener la posibilidad de ingresar acá?
Claro, porque o sino yo me estaría excluyendo, porque yo renuncié al partido Liberal porque decidieron apoyar a Iván Duque a la Presidencia, al candidato uribista luego de haber hecho oposición.

¿Ya tienen claro a quién va a avalar aquí en Sucre en Alcaldías y Gobernaciones?
Tenemos claro quiénes van a participar en la ruta del aval, quiénes han demostrado que se quieren someter como militancia a los procesos institucionales del partido y con ellos vamos a trabajar.

¿Cuál es la fecha para definir quiénes son?
Hay un cronograma establecido entre junio y julio.

¿Usted cree que la mejor postura del partido en estos momentos es ser independiente? ¿No es conveniente mostrar oposición de acuerdo a las respuestas que me ha dado con los reparos al gobierno?
Yo tenía muchas esperanzas frente al gobierno del Gustavo Petro en cuanto al cumplimiento del Acuerdo de Paz, había una hoja de ruta y tenía una esperanza en eso, pero hasta ahora va nula porque la ejecución va en 0%. También tenía una esperanza en cuanto a la política de drogas, que era una política nuestra, pero no lo he visto. Reconozco puntos en la reforma a la salud en cuanto a la atención primaria, pero satanizar al sector privado cuando el sistema de salud ha sido la alianza público-privada más grande de Latinoamérica y exitosa, que necesita correcciones y regulaciones, de acuerdo, pero eso tiene solución.

Pero no me ha contestado la pregunta, ¿puede ser el Nuevo Liberalismo partido de oposición?
Puede llegar a serlo, pero esa decisión no está en cabeza mía sino del consejo nacional del partido. Si estamos muy preocupados por el talante autoritario, soberbio, desorganizado e improvisador que ha demostrado el gobierno de Gustavo Petro.

¿Qué mensaje le entrega al departamento de Sucre a través de El Meridiano?
Veo un potencial en esta región y el departamento, pero tenemos que lograr consensos y dejar la peleadera política, el radicalismo y la polarización. Así se logra que todo el departamento de Sucre tenga agua potable para la dignidad de la gente, eso no tiene color político, eso debería ser un proyecto de todos para sacarlo adelante.