Morroa. Un grafiti con una cara triste estampado en una pared muestra la terrible situación que está viviendo el estadio de sóftbol Marcelino Sierra por culpa de los desadaptados sociales que están vandalizando la estructura. Los dueños de lo ajeno han desmantelado principalmente las baterías sanitarias.

La situación se registra debido a que el escenario deportivo no cuenta con vigilancia, lo que se presta para que cualquier persona, a cualquier hora del día ingrese al estadio y haga lo que quiera, hasta el punto de robar lo que está allí.

Lo que se han llevado
En los baños los inodoros ya no existen, mucho menos las regaderas ni los lavamanos. También se hurtaron los tanques elevados y el suministro de agua en la unidad deportiva quedó suspendido.
La adecuación del estadio Marcelino Sierra fue un contrato que se ejecutó en la administración del alcalde Carlos Solano Corena con una inversión que superó los 500 millones de pesos. Eso incluyó la edificación de los espacios que hoy día están siendo saqueados, al igual que parte de la cubierta.

El estadio de sóftbol es usado por personas que consumen estupefacientes y también como motel improvisado, lo que agrava la situación de abandono.

Lo que llama la atención es que el alcalde Tonio Olmos no ha procurado la contratación de la vigilancia que se necesita para cuidar el escenario deportivo y así evitar que lo sigan destruyendo. De la plata invertida hace seis años queda muy poco, o casi nada.