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Bogotá. Al parecer al presidente Gustavo Petro no le gustó nada que la 'expropiación exprés' no fuera aprobada en el Plan Nacional de Desarrollo (PND).
Ahora, en el evento en el que sancionó el Plan de Desarrollo, prendió las alarmas al arreciar en su propósito de adquirir, a como dé lugar, tierras improductivas y fértiles para ponerlas al servicio de campesinos.
Al reconocer que el proyecto "no fue lo suficientemente audaz" y lamentar indirectamente, que no prosperó la 'expropiación exprés' que se planteó en la iniciativa, el mandatario lanzó una fuerte advertencia con dejo de amenaza.
Según Petro, ante las trabas y barreras que se encontró en el Congreso para poner a andar su reforma agraria y recuperar tierras productivas, su Gobierno está obligado a acudir a las "formas más radicales de ir por la tierra".
Estas declaraciones pusieron en máxima alerta a los campesinos y dueños de las tierras en Colombia.
Ya que el mandatario criticó la "mentalidad feudal" que persiste entre los dueños de la tierra y fue más allá, aunque defendió que busca un proceso de diálogo y sin trampa, fue tajante al señalar que su Gobierno pretende concretar la reforma agraria: "Hablaremos para que sea voluntario, pero vamos por la tierra. La tierra debe tener una función social: producir, no tenerla".
¿Cuáles son los caminos?
Para alcanzar este propósito, Petro podría apostar a 3 mecanismos “radicales” para agilizar su controvertida adquisición de tierras.