19 de mayo de 2023 - 5:15 AM

Paz y bien

Paz y bien

Por Ensuncho De La Bárcena

¡Cuánta alegría llega a mi alma al recordar los bellos días de mi temprana juventud!
Aquellas mañanas cuyo único afán era llegar antes de que cerraran la puerta del Colegio, que era la puerta del saber, la puerta del espíritu, que es la puerta de la grandeza. En ese admirable edificio -el más bello de mi pueblo natal-, entre el vuelo blanco de los hábitos de las Hermanas, tuve conciencia del Universo y entendí que nobleza es dedicar la labor cotidiana al servicio del único Señor que merece la pena.
Bajo el manto de nuestra Señora, en el Colegio de mis amores, supe que la mejor forma de servir es ver el propio rostro en el otro y considerar al diferente como un miembro de nuestra propia Familia. Ahora que han pasado más de treinta años desde la fecha de mi graduación, me pregunto ¿qué fue de aquellos amores tempranos? ¿Qué pasó con aquellas clases tan divertidas? ¿Dónde fueron aquellos amigos a los que nunca volvimos a ver? Las preguntas flotan en el patio.

El mismo patio donde rezamos durante más de mil días los Padrenuestros y las Avemarías, donde celebramos tantas izadas de bandera como días tiene el mes. Todo aquello nos constituye ahora. Nos conforma. Hace parte de nuestro cuerpo y de nuestra alma. Lo comprobé el pasado abril, al volver con mis amados invitados del III Festival de Poesía San Marcos del Caribe, en un conversatorio que tuvo lugar en el Salón de Actos de siempre, con decenas de miradas chispeantes escrutando las caras, barbas, cabellos, vestuarios y palabras de esos seres tan singulares que somos los poetas.

Ningún otro sitio en el mundo ha contribuido a mi formación, no solo académica sino espiritual. Pero no solo a la mía: tenemos el privilegio de albergar en el San Jorge un antiguo Claustro entre las paredes de un edificio que no tiene cien años. Recordemos que Occidente avanzó gracias a los monjes, las religiosas y los misioneros, que llevaron el saber lejos de los centros urbanos, hasta conectar a las comunidades remotas con el conocimiento, la imaginación y la poesía.

La Congregación de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora fue fundada el 19 de junio de 1888, en Chone (Ecuador) por Santa María Bernarda Bütler (1848-1924).
Esta importante congregación de derecho pontificio creó nuestro amado Colegio María Auxiliadora a mediados del siglo pasado. Lo mantiene en pie el inspirador trabajo de un grupo de mujeres consagradas al servicio del Reino de Dios, en comunión con la Iglesia Católica.

Por todo esto merecen nuestro agradecimiento, admiración, respeto y constante apoyo.

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