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Paula Andrea

Por
26 de may. de 2023

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Por Ensuncho de la Bárcena

Es silenciosa, atenta y aplicada. Siempre pide que le expliquen lo que no entiende.
A simple vista es una estudiante común, pero basta conversar con ella para darse cuenta de que está muy lejos de lo que ahora llaman "normal". Ella no está en la larga fila de sometidos por el teléfono móvil, la inteligencia artificial y el reguetón. Paula Andrea es excepcional. Terminó el bachillerato durante el confinamiento por Covid, gracias a que pagó la cuota inicial de su ordenador con lo que ganó de la venta del primer hijo de una yegua de su propiedad llamada "Ayuda". Al verle la determinación, sus padres se lo terminaron de pagar. Hace tres años es bachiller, pero no ha tenido la oportunidad de ingresar a la universidad. Hasta ahora.

Desde hace tres meses asiste los martes al Parque Educativo Los Manglares de Arboletes para aprender Excel con el profe Bernardo León Hoyos, coordinador del Nodo Urabá de la Institución Universitaria Digital de Antioquia. La motivan las ganas de aprender algo nuevo, útil e importante. Con Paula Andrea estudian diez compañeros que cursan distintas carreras, tanto técnicas como profesionales. Ella se destaca por su léxico, su amplia sonrisa y por su elegante peinado de princesa africana.

En Cañabrava hay una conexión a internet precaria. Para realizar alguna búsqueda en la web, ella debe ir al colegio de su vereda y esperar a que la señal muerda el anzuelo. Si quiere estudiar le toca viajar a lomo de "Ayuda", durante una hora por un camino intransitable en días de lluvia, hasta llegar a un inmenso árbol de camajón que le sirve de "parqueadero" a orillas de la carretera Arboletes-San Juan de Urabá. Allí aborda un mototaxi en cualquiera de las dos direcciones. A San Juan va los sábados, para formarse como "Asistente administrativa". Ya se graduó como Asistente en Función Pública.

Hace poco estuvo en Medellín, junto a otros 45 estudiantes de la IUD en Urabá. Conocieron las instalaciones del Nodo subregional Valle de Aburrá que hace las veces de centro administrativo. Y quedó impresionada. No se imaginaba que hubiese tanto detrás de los profes y estudiantes que veía en Arboletes. La maravillaron la infraestructura y el acompañamiento de los docentes. Le pareció extraordinario que haya una universidad en la que pueda estudiar desde casa y que sea fácil el acceso desde el punto de vista económico. Fue una experiencia inolvidable para todos ellos.
Paula Andrea sueña con una granja agrícola que genere bienestar social en Urabá y seguro que la conseguirá.

Pronto comenzará estudios en Administración de Empresas en la IU Digital. Tiene 19 años y el porvenir
le sonríe.