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Redacción. El contraste de un viaje hacia el pasado y una estadía en el presente se viven en el Parque Museo de Infantería de Marina de Coveñas, precisamente ubicado en ese municipio del Golfo de Morrosquillo, y que con solo avistarlo a unos metros promete dejar encantado a todo el que decide visitarlo. Fue construido en el 2012 con el fin de difundir la historia de esta institución.
La magia comienza en la entrada al museo que con sus gigantescas columnas atrapa y transporta a otra época. El lugar consta de dos escenarios, el Museo Antiguo y el Museo Moderno, cada uno con una narrativa única y esencial. En el Museo Antiguo se exploran los orígenes de la Infantería de Marina, mientras que en el Museo Moderno se muestra su renacimiento, a partir de 1937.
Lo que encierra
El Parque Museo cuenta con 24 salones en los que se comparten historias y anécdotas de la institución, un infante se encarga de ir explicando durante el recorrido. También encontramos exhibiciones interactivas que permite a los visitantes sumergirse en la historia de la Infantería. En el exterior del museo se observan tanquetas, embarcaciones, y camiones de guerra; además, cuenta con estructuras impresionantes como una réplica del Partenón de Grecia y un arco del triunfo.
Hay armas rústicas y uniformes que se remontan a unos 200 años, espadas y machetes, y armaduras usadas en ese entonces. Seguido, muestran un video que de manera didáctica remonta a la batalla del Lago de Maracaibo y la Independencia de Colombia.
La empresa privada aportó dinero para construir el Parque Museo, los infantes de Marina pusieron la mano de obra.
Ahondando más en el lugar, en el Museo Moderno se observan estatuas representativas de los infantes sentados en dormitorios y guindados en cuerdas, acciones que hacen parte de los entrenamientos impartidos a estos héroes de la patria.
Se halla una selva, el sonido de la naturaleza y fotos alusivas a los directores y los reconocimientos que ha ganado la institución. Uno de los espacios que más causa ternura es el que diseñaron como homenaje a los caninos que han acompañado a los uniformados en importantes misiones, a través de fotografías.
El edificio Rancho Grande cayó, pero su historia sigue en pie
Varios de ellos han fallecido, pero aún así siguen en la memoria como verdaderos héroes de cuatro patas.
En el museo también se puede observar una zona en la que, a través de muñecos, uno acostado sobre tablas, otro encadenado al lado de mensajes de sus hijos y otro en una jaula muestran las barbaries que sufrió el país por culpa del flagelo de la violencia.
El espacio que hoy ocupa el Parque Museo Infantería de Marina tiene una gran historia y es que en 1920 en ese lugar fue construido el emblemático edificio Rancho Grande donde funcionó el frigorífico operado por la empresa Packing House, el primero en el país.
La inmensa edificación era de ladrillo rojo con marcos de pino canadiense, ascensores de 4 metros de lado, sótanos, escaleras en caracol, vidrios de seguridad y nevera aislada con corcho de 20 centímetros de espesor, que escasamente funcionó.
La historia cuenta que permaneció inactivo desde 1923, luego de funcionar un par de años.
El lugar fue sede de la South American Gulf Oil Company (SAGOC), compañía exportadora del petróleo extraído del Catatumbo, entre 1938 y 1971, cuando la edificación fue reactivada.
Durante un lapso de casi tres años estas instalaciones permanecieron abandonadas hasta el 13 de junio de 1974, cuando la Armada Nacional recibió las instalaciones, naciendo también de forma oficial la Base Naval ARC Coveñas o Base de Entrenamiento de Infantería de Marina.
Es así como en agosto de 1.974 se incorporan los primeros 70 jóvenes, que a sus tres meses de adaptación jurarían bandera convirtiéndose en los primeros infantes de Marina, egresados de este centro de entrenamiento.
Para la construcción del Parque Museo en 2011 realizaron la implosión de la edificación, a cargo de la empresa Atila S.A., con supervisión directa de Ingenieros de la Armada Nacional.
Se hizo mediante la utilización del explosivo Indugel, dispuesto en la parte interna de las columnas principales del edificio, haciéndolo derribar desde afuera hacia adentro.
El edificio fue derribado, pero existe una réplica de este en el Parque Museo, dando a entender que lo material cayó, pero la historia sigue de pie.