Se vino la precampaña política y un muy seguro acompañante de ella será el "juego" sucio. Los alcaldes deben disponer de mecanismos de atención y acción para contrarrestar, desde el concierto para armar bloqueos hasta el mal uso de los espacios y bienes públicos que sean usados para hacer propaganda política. Si las cosas se trata de hacerlas bien, la ciudadanía debe tener la capacidad de entender que quien se atreve a empapelar desde ya con su nombre cada esquina, tiene que pagar como la norma lo diga y merece su sanción. De otra parte, prepararse para las mingas, los bloqueos y todo tipo de manifestaciones que de seguro serán auspiciadas por sus opositores y aquellos que desean generar ruido tempranamente para minimizar y obstaculizar el buen trabajo. Alcaldes, párense en la raya y hagan respetar, amparados en la ley, a sus poblaciones, además usen las vías legales para que se logre saber quienes son los responsables de los saboteos, se judicialicen y la gente ojalá los castiguen en las urnas.

Hay que hacer respetar la casa, tampoco perder el rumbo a pocos meses de terminar la gestión, pero deben estar preparados.

Autor: Luis Germán Rubiano Farak.