8 de agosto de 2022 - 12:00 AM

Ojalá le vaya bien

Ojalá le vaya bien

A partir de ayer se instauró en Colombia, por primera vez en nuestra historia republicana, un gobierno izquierdista declarado así por su líder, con inclinaciones confesas hacia el socialismo y comunismo que supo camuflar Petro a través de una táctica mañosa, la de meterle ideología a todo, la cual resultó efectiva, pues siempre iba adobada con ingredientes demagógicos y populistas, esos que tanto le gusta al pueblo raso y de lo cual al cabo de cierto tiempo se decepciona, pues la dura realidad le hace entender que eran cantos de sirena y estratagemas para pescar incautos, propios de los encantadores de serpientes y embaucadores que utilizan las causas sociales en su propio beneficio. Desafortunadamente, el contendor de Petro, un empresario millonario, se enredó en la telaraña de su nula formación política y su carencia de olfato electoral, lo cual dio al traste con su aspiración presidencial tirando por la borda una victoria que tuvo en sus manos.

Es que, como dijimos en esta columna periodística el pasado 18 de julio, Rodolfo Hernández no perdió la presidencia de la República, la botó, que es otra cosa. ¿Cómo es eso de rechazar apoyos cuando se está en la recta final de una campaña electoral como lo hizo Rodolfo con Fajardo? ¿Quién lo hace? ¿Acaso la política, además de ser el evangelio del bien común, no es el arte de sumar en vez de restar? Pero Rodolfo Hernández no lo entendió así, tal vez porque el talante de empresario millonario a veces no permite ver y sentir con claridad los anhelos de unas mayorías silenciosas que, aunque inexpresivas y sumidas en el mutismo, querían cualquier cosa en la Presidencia de Colombia menos a Petro.

Sin embargo, Hernández no logró comprender eso, de pronto por testarudez o falta de una asesoría competente y eficaz, no se sabe. A pesar de eso, la diferencia fue de tan solo de 3,13 % (Petro, 50,44 % y Rodolfo, 47,31 %), lo que quiere decir que medio país no es afecto a la doctrina y plataforma programática petrista, por lo cual, creemos, no le va a ser fácil al nuevo presidente de la República convencer a los incrédulos de la bondad de la decisión que tomó esa otra media Colombia y aunque nosotros formamos parte de ella, la verdad es que queremos que ojalá a Petro le vaya bien en su mandato, pues por encima de todo está la Patria.

Autor: Ismael Guerra de La Ossa.

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