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<strong>No te creas</strong>

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13 de may. de 2023

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Por: Olga Leonor Hernández Bustamante

No. Los demás no están pendientes de cómo te vestiste hoy. No se dieron cuenta de esa pequeña manchita en la manga que se hizo hace un tiempo y por la cual dudaste para volver a usar esa camisa. No están atentos para observar y medir con los ojos la circunferencia abdominal, ni están pensando que efectivamente ayer no debiste comerte ese helado. No. No están todo el tiempo atentos a cómo te ves. No te creas tan importante. No. No están esperando que sea tu turno de exponer para burlarse del tono de tu voz y para reírse de la forma en que mueves las manos al hablar. No están esperando que te equivoques para poder tener tema de conversación durante todo el semestre y hacer una parodia de la forma en que abriste los ojos cuando descubriste que tu mente había quedado en blanco. Cada uno de ellos espera su turno de salir al frente y seguramente está tanto o más asustado que tú. No te creas tan importante.

No. Los demás que entrenan junto contigo no están contando si haces las repeticiones completas de cada ejercicio. Nadie está criticando el tamaño de las pesas que escoges ni la mueca que haces cuando levantas el peso. Nadie está pendiente de reírse de la forma en que te sale ese movimiento específico. Cada uno está concentrado en asumir el entrenamiento con toda su fuerza, cada uno está concentrado hablándole a su cuerpo. No te creas tan importante.

El ego, ese aspecto social de la consciencia, ha aprendido a verse a través de los ojos de los demás y su alimento es el reconocimiento externo. Responde siempre a una construcción social y cultural, a lo que hemos aprendido a considerar como deseable. Es el ego el que habla por los demás e interpreta las miradas y los gestos para confirmar que lo está haciendo socialmente bien. Es el ego el que asume que todas las demás personas están atentas a lo que somos, hacemos o decimos y nos frena en la expresión evitando una posible equivocación. Es el ego, nuestro principal juez, nuestra voz más crítica. Es quien crea una medida para saber si somos o no suficientes y para quien nada de lo que somos o hacemos alcanza. En sí mismo no es ni bueno ni malo, es justamente esa parte de la estructura psíquica que nos permite la interacción social. Pero toca decirle al ego que no, no somos tan importantes. Cada uno, a su manera, está, simplemente, intentando asumir su vida.