Colombia de cierta forma siempre ha seducido y atrapado a los extranjeros con sus encantos. Los paisajes inigualables, la cultura, la alegría y el calor de la gente los hace soñar con sembrar raíces en estas tierras.
Montería, que apenas está creciendo y con todo su calor sofocante, pudo robarle el corazón a Kevin Wilson, un empresario estadounidense de 35 años, que aterrizó a estas tierras ganaderas en el 2016 acompañado de su entonces novia, Carmen Milanés, una hermosa monteriana que actualmente es su esposa.

“La primera vez que fui a Montería creo que fue alrededor del 2016. Mi novia en el momento, que ahora es mi esposa, es monteriana y fui afortunado de que me invitaran a un matrimonio en Montería. Esa fue la primera vez que fui a Montería y la primera boda que atendí en Montería”, indicó el señor Wilson desde su casa en Ciudad de Filadelfia en Pennsylvania, Estados Unidos.

Y es que la inmensidad del río Sinú, la sábana con sus atardeceres, los callejones coloniales, la Ronda del Sinú, el Porro, las iguanas, los planchones, el norte, el sur, el este y el occidente, hacen de Montería una ciudad acogedora, una urbe con gran potencial.

“Montería es maravillosa. Su gente es cálida y cariñosa y llena de energía, ellos aman vivir la vida. He sido afortunado en poder viajar a muchos lugares de Colombia, ya sea de arriba abajo, en la costa o en las montañas, en las ciudades más grandes como Bogotá y Medellín; y Montería es una mezcla especial al tener vibras de ciudad, pero siendo lo suficientemente pequeña y cercana en la que todos parecen conocerse y se quieren ayudar entre todos; lo que la hace una sociedad muy bonita de conocer y disfrutar” agregó.

Kevin Wilson tuvo la fortuna de conocer a una Montería reconocida por ser sostenible en sus prácticas agrícolas sustentables, el mejoramiento de la gestión de residuos en todos los niveles y su plan integral de movilidad sostenible. Una Montería que en todo su afán de convertirse en una gran ciudad ha logrado resaltar entre ciudades más importantes y que de una u otra forma busca avanzar y brindarles mejores oportunidades empresariales a sus habitantes.

“Montería parece ser una ciudad que está creciendo y evolucionando muy rápido. Cada vez que volvemos, lo cual es un par de veces al año, siempre hay algo nuevo y emocionante. Así que, sí, a mi parecer es una ciudad a la que le está yendo extremadamente bien, pero al mismo tiempo es capaz de mantener sus valores fundamentales: las calles y la ciudad son extremadamente limpias, se siente segura, la gente es dedicada y trabajadora. Creo que a medida que la población continúa creciendo y educándose va a ver muchas más oportunidades para las empresas para crecer con esa la población y también oportunidades para la gente de Montería de crecer y prosperar”, resaltó.

Hablando desde el punto empresarial la capital cordobesa cada vez está innovando en este ámbito, con emprendimientos creativos, restaurantes, discotecas, bares, hoteles y zonas que no se ajustan a un solo público, sino que acoge a poblaciones de diferentes géneros, cultura, creencias y estratos sociales.

La determinación de una sociedad que busca crecer puede atrapar a este tipo de personas extranjeras que están acostumbradas a una cultura de producción y que ven en nuestra urbe el potencial y la voluntad de su gente para ser una buena plaza de inversión que pueda generar empleo.

“Creo que es algo que vale la pena considerar. Mi esposa y yo a menudo discutimos ciertos proyectos inmobiliarios en la ciudad y otras posibles oportunidades comerciales y de inversión ya que creo que hay definitivamente chance para ello. De todos los lugares de los alrededores de la costa, Montería me parece una ciudad en la que el riesgo/beneficia se balancea mucho más y es más manejable” puntualizó.

Esas “vibras de ciudad” con el toque de tradición y pueblo hace que Montería se convierta entre las ciudades de la costa, una de las mejores opciones para visitar y emprender.