La vida es de los que se atreven y eso es lo que ha pasado en la vida de William Farah Sakr, un empresario cartagenero, famoso por su restaurante Árabe en Bocagrande, pero quien además es un gran contador de historias y anécdotas.

William Farah Sakr nació y ha vivido toda su vida en Cartagena de Indias, de padres sirios, honrado con el título Honoris Causa de la Universidad Tecnológica de Bolívar, como Economista.

Aficionado a la buena música, la lectura y un amor inmenso por el mar. Toda su vida ha sido emprendedor, líder de la industria de alimentos de su sector.

Felizmente casado con Diana Isabel Pareja Bermúdez, con quien tiene tres hijos: William, Jonathan y Abraham.

 William Farah Sakr es descrito por Nicolás Pareja Hernández como un gran hombre y el libro está escrito exactamente así como él habla, con esa gracia, desparpajo y soltura con la que cuenta sus historias, todas reales, pero tan llenas de encanto que parecen "puro cuento".

"Invito a leer y disfrutar cada capítulo, de historias fantásticas que solo puede contar un hombre que ha sabido vivir la vida y cuyas claves tal vez residan en esa naturalidad con la que ha asumido todas las cosas, con esa rara combinación entre vitalidad, energía, exquisito humor y alegría de vivir, con la seriedad, carácter y nobleza del buen hombre que conoce su trabajo y sabe siempre lo que quiere, con la determinación para lograrlo sin pasar por encima de nadie", señala Pareja Hernández.

Desde sus primeras páginas el lector encontrará que está frente a un ser que ha vivido la vida intensamente, una vida fructífera plagada de aventuras que pocos alcanzan a reunir en este breve paso por el tiempo.

Prepárense pues a revivir momentos asombrosos narrados por su protagonista principal, un contador de cuentos mágicos que son verdad.

La historia del libro contada por el autor

A raíz de las diferentes tertulias con mis amigos, al calor de los tragos y la sabrosura, casi siempre sacaba a relucir un cuento de mis vivencias en la vida, un día, hace muchos años pensé: voy a escribir un libro y de una me vino el nombre a mi mente, se va a llamar "Mis cuentos que son verdad".

Llegó un momento, tiempo después, en que mis amigos se burlaban de mí, me decían: ¿cuál es tu amenazadera con tu libro?, llevas como diez años con el mismo cuento y nada que arrancas a escribirlo.

En plena pandemia, tomé la decisión de escaparme para mi casa, en las Islas del Rosario, me llevé cuaderno, plumero y mi computador para estar conectado con la empresa.

Empecé a escribir en el cuaderno, lejos del mundanal ruido y en un entorno maravilloso. Cuando iba por el segundo cuento, paré de escribir ya que no aguantaba el dolor en las manos.

Les comenté a mis hijos, y me dijeron papi: no tienes porque escribirlo a mano, métete en Word, en el computador, les dije bueno explíquenme como es el maní, me dicen muy sencillo y me dieron las instrucciones, oh sorpresa, todo cambió, me facilitó seguir escribiéndolo, la verdad es que la tecnología me atropella, pero nunca es tarde para aprender.

Compré un buen escritorio, una buena silla y monté, como dicen ahora mi home office y adquirí la disciplina de escribir todas las mañanas, hasta que este sueño se hizo realidad, espero que lo disfruten.