El santo pontífice telefoneó al presidente electo de Argentina, Javier Milei, quien le ratificó la invitación para que el papa visite en 2024 su tierra natal, a la que no ha regresado desde que fue proclamado papa en 2013, y el jefe de la iglesia católica le prometió el envío de un rosario para que le acompañe en su próximo desafío como presidente.

La conversación con el papa era uno de los momentos más esperados de la transición hacia el Gobierno del político libertario, quien asumirá el 10 de diciembre, después de las críticas vertidas por uno y otro, y de la afirmación de uno de los referentes de La Libertad Avanza (ultraderecha), quien pidió "romper relaciones" con el Vaticano.

Según personas cercanas a Milei, fue un encuentro telefónico "ameno y muy bueno".

El presidente electo pidió en reiteradas ocasiones disculpas por haber dicho del papa, en el pasado, que es el "representante del mal en la Tierra" y señaló en campaña que, en caso de que Francisco pisase Argentina lo recibiría con "los honores" de jefe de Estado.

Por su parte, Francisco alertó, antes de la primera vuelta de las elecciones, sobre los "payasos del mesianismo" en una entrevista con la agencia pública Télam, en la que el pontífice señaló que tenía "miedo a los flautistas de Hamelin", que "son encantadores de gente", a la que "terminan ahogando".