Cada día se confirma más que el Hospital San Jerónimo de Montería es tierra solo de su gerente interventor, Rubén Darío Trejos Castrillón, quien es el 'amo y dueño' del centro asistencial, que en los últimos siete años ha estado al vaivén de las intervenciones, todas, sin excepción, un verdadero fracaso porque los pasivos de la institución siguen creciendo, todo esto con la complacencia de la Superintendencia Nacional de Salud, no solo del gobierno Duque, sino del actual.

Desde que Trejos Castrillón asumió la gerencia del Hospital San Jerónimo, a finales de junio de 2019, causó extrañeza que de un momento a otro trabajadores y sindicato de la entidad guardaran silencio ante lo que se registraba con su administración. Solo cuando vieron que 50 empleados serán desvinculados revivieron los cuestionamientos por lo que sucede en el centro asistencial. La gran mayoría de los despedidos, con una antigüedad que supera, en algunos casos, los 20 años de labores.

Ayer, trabajadores y miembros del sindicato protestaron a las afueras del Hospital San Jerónimo en rechazo a la 'masacre laboral' que adelantaría el Gerente Interventor, que en Córdoba no le rinde cuentas a nadie, incluso, se ha burlado de órganos como Asamblea Departamental, que en varias ocasiones lo ha invitado a que le explique a los cordobeses cómo está administrativa y financieramente la entidad, pero todo ha sido infructuoso porque nunca asiste a los debates. Y ni que decir de lo que sucedió con la Contraloría General del Departamento de Córdoba, cuando en mayo de 2021 encontró 53 presuntos hallazgos por cerca de 4 mil millones de pesos y Trejos trató de que la investigación la asumiera el ente de control, pero en Bogotá. Sin embargo, al final el proceso fue devuelto a la Contraloría en este departamento, donde hoy parece dormir el sueño de los justos.

Durante la protesta de ayer, los manifestantes exigían que se designara un gerente cordobés, mientras otros le reclamaron al presidente Gustavo Petro por el olvido del hospital más importante del que dice ser su departamento.

En los últimos años el Hospital San Jerónimo ha tenido dos intervenciones y nueve gerentes. Lo más grave del tema es que sigue profundizando su crisis financiera, ya que los pasivos siguen creciendo.

Sigue a la espera
Mientras el gerente Rubén Darío Trejos sigue haciendo de las suyas en el Hospital San Jerónimo, el gobernador Orlando Benítez Mora sigue a la espera de que la Superintendencia Nacional de Salud apruebe su propuesta de que le devuelvan al departamento no solo el centro asistencial de Montería, sino el Sandiego de Cereté, también intervenido. Todo esto a cambio del pago de los pasivos de ambos, que hoy llegan a los 120 mil millones de pesos.

En noviembre pasado, cuando el Gobernador le hizo la solicitud a la Supersalud manifestó en El Meridiano: "El departamento en su marco fiscal de mediano plazo ha dicho que nosotros vamos a pagar esos errores al pasado y se lo dijimos a la Supersalud, por eso comenzamos el proceso de Ley 550.

Hemos dicho, como la intervención no pagó y la Supersalud tampoco, entréguenme los hospitales que nosotros con los recursos de los cordobeses pagamos la deuda, porque a nosotros es a quien nos duele lo que pasa con ellos. Necesitamos que sigan siendo públicos para brindar un servicio adecuado".