Sincelejo. Unas 4.000 madres comunitarias, de las de las 4.300, que hay en Sucre se sumaron desde este lunes al paro nacional para exigir al gobierno nacional mejores condiciones laborales, y en especial, garantías para los niños que ellas atienden.
En Sucre mujeres de casi todos los municipios permanecen, de manera escalonada, frente a la sede regional del Icbf, en el barrio Boston de Sincelejo.
Las madres comunitarias, que habían iniciado actividades el 1° de febrero, tienen un pliego de peticiones con por lo menos 4 puntos.

En Sincelejo continúa la jornada de protesta desde las 8:00 de la mañana.

Inicialmente exigen el aumento de la denominada canasta nutricional, que en la actualidad está por el orden de los 4.630 pesos, para desayuno y almuerzo con dos meriendas. Lo que, aseguran, con el actual costo de la vida no es suficiente.
“Los niños van a los hogares es a desnutrirse”, aseguró Purificación Calao Pérez, quien lleva 32 años de trabajo, en la vereda Puerto Asís, Los Palmitos.
Otro de los puntos es que se les otorgue el subsidio de vejez, del 95% de un salario mínimo para las madres comunitarias mayores de 57 años, para que tenga un retiro digno.
Exigen además dignificación laboral. Que se les contrate directamente por el Icbf en las diferentes modalidades. Marly Chamorro, presidente de la subdirectiva Sincelejo, sostuvo que en el caso de las madres comunitarias transitadas y de modalidad familiar aún no conocen a su empleador porque no se ha hecho la contratación de los operadores de los programas de primera infancia.
Reclaman, también, la entrega de dotación de menajes que se les daba cada 3 años y desde 2017 no se les ha dado (cocinas, platos, vasos, sillas y otros para los comedores). “Nosotros de nuestro peculio, de nuestro salario tenemos que sacar para comprar sillas o mesas”, sostuvo Chamorro.
Ellas aseguran que se mantendrán en pie de lucha, en todo el territorio nacional hasta tanto el gobierno nacional atienda sus solicitudes.