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Montería. Los sicarios no respetan nada, ni siquiera las iglesias religiosas y así quedó demostrado ayer, cuando un hombre identificado como Juan Carlos Mejía Uribe, de 63 años de edad, fue asesinado dentro de una camioneta de placas GEV 717, cuando al parecer, respondía una llamada.
El caso se registró la tarde anterior en el parqueadero del Centro Familiar Cristiano en la calle 21 con carrera 2ª en Montería. Sobre los hechos se dice que la víctima estaba en el culto religioso cuando le sonó el celular y salió, entró a la camioneta y fue cuando el sicario, quien al parecer, estaba en la reunión haciéndose pasar como asistente, le disparó en dos ocasiones con un arma de fuego que tenía silenciador, ya que nadie se percató del crimen. Solo lo hicieron cuando la camioneta rodaba sola y terminó estrellada contra una palmera.
Luego de cometer el asesinato, el delincuente salió del Centro Familiar Cristiano y abordó una motocicleta que lo esperaba sobre la Avenida Primera. La Policía se desplazó al sitio de manera inmediata e inició la investigación del caso y realizó la inspección del cuerpo que fue llevado a Medicina Legal.
Antecedentes
Sobre la víctima se supo preliminarmente que era dueño se un laboratorio ubicado en la calle 22 con carrera 2º y que residiría en el barrio Buenavista de Montería. Era conocido por su actividad ganadera y porque según las autoridades, tenía antecedentes judiciales.
Se dice que Mejía Uribe habría estado preso en el año 2018 por el delito de concierto para delinquir para el tráfico de estupefacientes.
Había quedado en libertad y era investigado por presuntamente intentar extorsionar a una empresa minera a través del 'Clan del Golfo'. De hecho, la empresa Carbomax de Colombia, que fue la afectada había solicitado investigar la libertad del empresario. El abogado Jaime Granados, apoderado de carbonera, cuestionó en septiembre del año pasado que aunque un juez había ordenado que la hoy víctima fuera enviada a la cárcel mientras se adelantan las investigaciones en su contra, estaba libre.
Según el abogado, primero hubo demoras en el traslado del procesado a prisión, luego, el 19 de septiembre de 2023, un juez ordenó que ya no se diera cumplimiento a la medida de aseguramiento en centro carcelario, sino que el procesado fuera dejado en libertad.
Por ello, la empresa, explicó que interpondrían una denuncias ante la Fiscalía y ante el Consejo Seccional de Disciplina Judicial, por medio de la cual se esperaba que se examinaran la decisión del juez.
Proceso en su contra
De acuerdo con el abogado Granados, Mejía Uribe tenía un proceso por el delito de tentativa de extorsión agravada, por presuntamente haber exigido a la empresa Carbomax una suma millonaria. Al parecer, si no se pagaba ese monto, habría un ataque tipo militar para suspender las operaciones que lleva a cabo la compañía en la mina El Campano, ubicada en Puerto Libertador.
Presuntamente, la víctima se habría contactado con un cabecilla del Clan del Golfo, identificado como José Miguel de Moya Hernández, alias 'Chirimoya' o alias 'Julián', para que por medio de él se hiciera la exigencia del dinero, 2 mil millones de pesos. Además, se supo que había denuncias de que algunos familiares de Juan Carlos Gustavo Mejía estaría vinculado a grupos al margen de la ley en Córdoba; Tarazá y Cáceres, Antioquia, donde tiene varias propiedades.