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Por: José Ramón García
La Plaza Cultural de Majagual es un lugar de reunión familiar los fines de semana y de tertulia para los estudiantes de la I. E. Antonio Lenis, que está custodiado por el monumento a Pola Becté, conocida como 'La fandanguera mayor'.
Pero hace unas décadas el panorama en esa zona era otro, tal vez lo único que se mantiene desde hace casi medio siglo es el puesto de peto frío, que Jorge Eliécer López (q. e. p. d) heredó de su compadre y que ahora está a cargo de sus hijos.
En la década de los 50 se jugó en lo que es la plaza Majagual el mejor fútbol de Sincelejo. Sobresalieron los equipos Iberia, Araujo, Juventus y Liceo Bolívar, recordó el historiador Nicanor Martínez García. Incluso fue invitado el equipo argentino Huracán, que se enfrentó a la selección Sincelejo. Como no se contaba con luminarias, rodearon la cancha de vehículos tipo campero y prendieron las lámparas para alumbrar la cancha.
Esa curiosidad también se la contó hace unos años a El Meridiano, Alfredo Tovar, campeón en el microfútbol profesional como entrenador en dos ocasiones. También destacó que se jugaban en Majagual los mejores torneos de ese deporte en la ciudad.
Antes de todo eso, Majagual fue la sede de las corralejas de la capital sucreña entre 1943 y 1965. Venían del actual parque Santander y pasaron a hacerse en Mochila.
En 1965 construyeron un pequeño parque rodeado de 20 arboles de asbesto. La actual plaza se erigió en la administración de Jaime Merlano.
"De esas corralejas de Majagual se recuerda que habían unos juglares que no eran muy famosos, Alfredo Gutiérrez, Manuel Antonio Villa y el mismo Calixto Ochoa, que se hacen famosos en 1960, e iban a rebuscarse a los palcos tocándole a la gente", afirmó Martínez.
En Majagual llegaban, según el historiador, los mejores circos y ciudades de hierro de México.
Agregó que los jovencitos de la época se robaban los burros y se los vendían a los dueños de los circos para que con esos animales alimentaran a las leones y los tigres.
En lo que hoy en día es el Lenis, estuvo el Colegio Moderno, que era propiedad de los hermanos Delgado. Este tenía un teatro del mismo nombre, que fue el primero de Sincelejo.