25 de abril de 2024
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Lo fácil y difícil de vivir en armonía

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21 de ene. de 2023

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Por Olga Bustamante M.

Todo efecto tiene su causa que lo antecede, y ambos: causa y efecto, conforman una de las leyes guías con las que maniobran el universo entero: planetas, naturaleza, sociedad, emociones, organizaciones de toda índole. Pertenecemos a una creación regida por un orden establecido y nada escapa a esto. ¿Cómo pueden las sociedades pretender vivir en armonía cuando pisotean las normas de convivencia, lesionando las emociones y el bienestar común e individual de las personas? ¿Cómo tener salud si los hábitos que la generan no se practican?

Las sociedades surgen o se aniquilan cuando crean políticas que las hacen avanzar o detenerse. Puede observarse en la familia y en el trabajo, el bienestar y la prosperidad, o, por el contrario, su caída y destrucción, según se articulen o no, alrededor de normas que cohesionen su estabilidad. La economía, como eje organizador, debería responder a la satisfacción de las necesidades de todos, pero cuando solo propende por lo individual, es una práctica divisionista.

La educación, a fin de que sea el mecanismo que aleje del primitivismo, aportaría el conocimiento de las razones y los porqués, del actuar humano, para encausarlo hacia cambios positivos. Las religiones que direccionan creencias, lejos de crear diferencias, deberían unirse alrededor de los pilares éticos, morales y espirituales, que dieran origen al crecimiento. La cultura que genera progreso, debería excluir aquello que la denigra. La ciencia que descubre caminos, podría fortalecerse en pro del desarrollo de la especie humana, no de unos pocos.

En fin. El ser social no es una rueda suelta en la existencia humana. Parece que no nos damos cuenta de esa verdad. La apatía por reconocernos como parte de un todo creado para funcionar de manera perfecta, nos aleja de la posibilidad de lograr, aunque sea parcialmente, dicho objetivo.

Elegimos destruir, como método de protesta, lo que le ha costado largamente a la sociedad construir. Somos la especie catalogada, superior, por su capacidad de crear, de razonar, de sintetizar, de expresar verbalmente deseos y soluciones, pero utilizamos los atajos para llegar de manera rápida y fácil a las metas, sin importar los métodos y las consecuencias. Pero las leyes tienen su propio equilibrio y todo aquello que atente contra ellas, recibirá su factura. Generosamente, nos es dado todo en la naturaleza, y media humanidad carece 'de todo'. ¿Tiene esto alguna explicación lógica?

Tenemos una brújula natural llamada conciencia, a medio usar. Si nos hiciéramos conscientes de ese regalo y de sus beneficios, no adoleceríamos de nada.