26 de abril de 2024
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Llegar a la televisión no fue solo un sueño

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26 de mar. de 2023

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Solo pocas personas son las que logran cumplir ser lo que durante años han soñado. Pocos son los que no desvían su camino de la meta que trazan desde su niñez o adolescencia y pocas, luchan hasta verse reflejados en lo que realmente quieren.

Esto es lo que ocurrió con Johan Rivera Zumaqué, el actor monteriano que brilló en la novela de Leandro Díaz, la cual fue transmitida por el Canal RCN.

Y es que Johan, de 32 años de edad, también ha llegado a Netflix a través de la serie colombiana ‘El Robo del Siglo’, demostrando que el talento y la pasión por actuar lo peden llevar muy lejos. Este actor que creció en el barrio Holanda, ubicado en la margen izquierda de Montería, recuerda que desde niño le ha encantado el teatro y guarda recuerdos muy especiales de su tía Nunila Zumaqué, quien le contaba la historia de Caperucita Roja de manera actuada, por lo que esto influyó notablemente en su amor por la actuación.

Su madre Edilma por su parte, fue una de las promotoras de la facultad de Licenciatura en Educación Artística y Música de la Universidad de Córdoba, incluso ella y Nunila, fueron las creadoras de la Orquesta Fascinación Caribe.

Por otro lado, Francisco Zumaqué, tío de Johan, es una eminencia de la música a nivel internacional, y así, en general, todos en la familia Zumaqué llevan la cultura y el arte en sus venas.

Johan también ha trabajado en producciones como A puerta cerrada, El cartel de los sapos, Infiltrados, La Luz de mis ojos, Todo es prestado, Desconectados, Garzón vive, El man es Germán y Las muñecas de la mafia.Sin duda alguna, este joven actor monteriano pone en alto el nombre de Córdoba.

La actuación es el arte de ser alguien diferente

Hay quienes dicen que el actor nace y otros, que el actor se hace, pero para este reconocido artista, las dos frases tienen algo de cierto. Se necesita aprender muchas cosas para ser un buen actor, pues más que entender los personajes, hay que saber escuchar y sentir las emociones de cada una de las escenas a interpretar. La actuación no es una profesión que se deba tomar a la ligera.

Hay que interpretar y apenas se termine el personaje, volver a ser uno mismo, esta es la única forma de poder volver a sentir todas las personalidades que la obra, película o novela requieran. Más allá de tener o no talento para actuar o de verlo como un hobby, es importante que quien se sumerga en esta profesión sienta amor y respeto por lo que hace. Lo adquirido durante cada escena que se graba no solo lo aplica en el escenario, sino también en la vida diaria. Cada una de las producciones en las que ha participado lo han ayudado a desarrollar y controlar sus emociones.

Mejorar la vocalización, dicción, fortalecer la expresión con el lenguaje no verbal y exponerse constantemente sin sentirse observado, son algunas de las herramientas que se aprenden durante los rodajes que se convierten en grandes fortalezas y habilidades para la vida.

Sueño hecho realidad

Ese deseo que tuvo desde niño de convertirse en un gran actor lo pudo cumplir con esfuerzo y dedicación. Nunca desistió de verse en una pantalla, por más que muchas veces le hayan cerrado las puertas. Johan sabe más que nadie que los tropiezos siempre van a existir, pero si la valentía y las ganas de salir adelante son más grandes, todo se puede cumplir, por mas imposible que parezca.
La satisfacción de ver que a muchas personas le gusta lo que él hace es lo que lo sigue motivando para avanzar en su camino actoral.

"No pienso en la fama. Cuando uno ama lo que hace, esa es la mejor recompensa"

La actuación es un arte y un oficio que requiere de mucha habilidad y técnica. Ser actor es un estilo de vida, es un arte único, cuyo dominio requiere de esfuerzo y estudio constante. En resumen, la preparación constante es la clave perfecta para ser un buen actor.

Salir en la televisión: una pasión más que una fuente de ingresos

No basta tener un título profesional para ganarse el respeto, se debe crear un nombre para poder reconocerse, y esto, es un trabajo de años y permanencia en la labor, no solo en Córdoba o Colombia, sino también en cualquier parte.

La actuación en términos culturales es más rentable que en términos económicos. Se hace teatro como una pasión más que una fuente de ingreso.

Este oficio permite conocer otras caras de la realidad social y de manera inconsciente cambiarla, tornándose un poco más dócil y convirtiéndola así en un espacio agradable para vivir e interactuar con otros seres humanos.

El sueldo mensual de un actor puede que supere, en pocos casos y a duras penas los $3.000.000, por lo que no es autosostenible económicamente. Es deber de los actores intervenir para construir ciudadanía por medio del arte y la cultura.

En una sociedad como Colombia es importante tener espacios por medio de los cuales se puede generar cambio y tal vez formar nuevas mentes, más modernas, interesadas por la sociedad en que se encuentran, para transformar el mundo en el que vivimos.

El oficio del actor
En el antiguo teatro japonés, en alguna parte había una habitación rodeada de espejos. Los actores, antes de salir a escena, se encerraban en ese lugar. Se veían reflejados en las decenas de espejos. Solo estaban listos cuando habían concentrado su energía para ver una sola imagen.

Para los que nada tienen que ver con lo artístico, resulta medio loco eso de dedicarse a vivir otras vidas. Justamente parece que ese poco de locura es parte del encanto. Si no hago lo que me gusta, no voy a tener otra vida para hacerlo.

"Ser actor es como una escalada por la pared, algunos encuentran un lugar cómodo y se quedan. El talento nos obliga a seguir subiendo"

Para interpretar un papel hay que prepararse toda la vida. Toda la vida está expresada en cada papel.
El talento es otra cosa. Según Ferruccio Soleri, del Piccolo Teatro de Milán, es esa capacidad para comunicar sentimientos. El actor puede llorar o no llorar, pero debe conducir al público a esa situación dramática.

Actuar no es solo interpretar, es casi vivir el personaje. Los actores viven para sus personajes, con ellos sueñan, comen y pelean. Todos trabajan con la memoria de su cuerpo.
Los actores son verdaderos protagonistas y causantes de un torrente de sensaciones que se buscan transmitir a través de la actuación.

"LLegar a la televisión no fue un camino nada fácil, pero nunca dejes de soñar. Tampoco de prepararte. Aunque completes la educación superior oficial en una escuela de artes escénicas, puedes seguir haciendo cursos para formarte.

La palabra "formación" te puede parecer aburrida, pero te aseguro que en cuanto empieces a estudiar canto, danza o interpretación e ir a clase, te va a emocionar si es tu verdadera vocación. A veces llega a ser muy divertido este tipo de formación, y no deja de ser académicamente seria".

Para andar por este camino hacia el éxito es necesario acompañarse de artistas profesionales, de otras almas que sientan la llamada del teatro, el cine, la televisión, la interpretación y que compartan la misma pasión.

Se debe escoger bien los compañeros de viaje que van a estar siempre en la mayor ilusión de actuar delante del público o de una cámara.

Es importante que nunca se deje de soñar ni de ilusionarse. La meta que se consigue es mágica, pero esa magia la mantendrá viva la ilusión de vibrar cada vez que se interpreta un personaje, aunque sea en un casting o en una clase. Los sueños solo se cumplirán si los cuidas y luchas por ellos. Trabajar por ellos te va a llenar de felicidad, porque es realmente lo que quieres.