13 de mayo de 2025
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Las madres sostienen la economía de sus hogares

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11 de may. de 2025

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En Colombia y en buena parte del mundo, el rostro de la economía familiar tiene nombre de mujer. Las madres, en especial aquellas que lideran solas sus hogares, son el motor silencioso pero imparable que garantiza el sustento, la educación y el bienestar de sus hijos. Desde el trabajo formal hasta el rebusque, su esfuerzo diario sostiene no solo la mesa del día a día, sino también las aspiraciones de toda una generación.


Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), más del 40% de los hogares colombianos están encabezados por mujeres, muchas de ellas madres solteras. 


Este dato revela una realidad contundente: ellas no solo crían, también administran, producen, resuelven y se reinventan para cubrir las necesidades del hogar. En sectores rurales, además, combinan las tareas domésticas con labores agrícolas o comerciales, demostrando una resiliencia admirable frente a la desigualdad y la falta de oportunidades.


La informalidad es otro terreno que pisan con fuerza. Muchas madres trabajan como vendedoras ambulantes, modistas, cuidadoras, recicladoras o emprendedoras de pequeños negocios. Lo hacen sin horarios fijos ni garantías laborales, pero con una determinación férrea que les permite sostener a sus familias y aportar, sin que muchas veces se reconozca, al tejido económico del país.


Pero su aporte va más allá de lo económico. Son administradoras natas del hogar: hacen rendir lo poco, priorizan, gestionan deudas y ahorros, y además brindan apoyo emocional. En muchas ocasiones son quienes imparten disciplina, enseñan valores y velan por la salud física y emocional de sus hijos.


Hoy, en el Día de la Madre, es necesario visibilizar este rol económico que por tanto tiempo ha sido invisibilizado. Reconocer que muchas mujeres son el principal sustento de sus familias no es solo un acto de justicia, sino un paso clave para formular políticas públicas que las apoyen con acceso a empleo digno, servicios de cuidado, seguridad social y educación financiera.


En definitiva, las madres no solo cuidan: producen, resisten y sacan adelante a sus hogares. Reconocer su papel como protagonistas de la economía doméstica es valorar su verdadero impacto en la construcción de una sociedad más equitativa y fuerte.