26 de abril de 2025
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Las Farc fueron concentradas

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18 de mar. de 2025

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Córdoba no solo fue epicentro del proceso de paz con las Autodefensas Unidas de Colombia, sino que también estuvo como testigo de la entrega de armas de las Farc, gracias a que la vereda Gallo, jurisdicción de Tierralta, fue designada como zona de concentración.


La zona de concentración de las Farc en Gallo, fue una de las áreas designadas durante el proceso de paz firmado en 2016 entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Esta zona fue parte de un esfuerzo más amplio para desmovilizar a los guerrilleros y facilitar su transición a la vida civil.


Gallo es una vereda del corregimiento de Crucito enclavada en el pie del Nudo del Paramillo. Para llegar allá hay que viajar hasta el casco urbano de Tierralta. Luego transitar otros 30 minutos de vía hasta el puerto de Frasquillo. Y de ahí tomar una chalupa o johnson por poco más de una hora sobre la represa de Urrá.


En el pueblo había luz y la educación de primero a noveno de bachillerato la imparten dos docentes en dos aulas y un rancho sin batería sanitaria. Las casas son de tabla, cocinan en leña y no contaban con servicios de salud. Cuando alguien se enferma depende de una chalupa comunal que lo lleve a Frasquillo para que el farmacéutico le recete algo que lo alivie mientras llega a Tierralta.


Gallo se eligió como Zona de Concentración por ser un lugar relativamente seguro y con una estructura comunitaria fuerte que podía facilitar el proceso de desmovilización. 


En 2016, Félix Antonio Muñoz Lascarro 'Pastor Alape' y Joverman Sánchez Arroyave 'Manteco', el primer integrante del Estado Mayor Central de las Farc y el segundo comandante del bloque 58 que operaba en el sur de Córdoba y el norte de Antioquia, hicieron reconocimiento del terreno en la vereda Gallo, Tierralta, donde llegarían al menos 400 guerrilleros a ocupar esa, una de las ocho zonas de campamento escogidas por las partes para la dejación de las armas.


Fue la primera vez que 'Pastor Alape' estuvo en esa zona de Córdoba mientras que 'Manteco' solía hacerlo a medida que caminaba con sus tropas por el Nudo del Paramillo. El 17 de agosto de 2016 lo hizo con varios de sus hombres ante la primera visita de verificación por pare del Gobierno nacional y la ONU, en una reunión que tuvo como sede el rancho de la escuela de Gallo, durante más de tres horas.


La zona albergó inicialmente a aproximadamente 118 integrantes de las Farc, quienes fueron parte del proceso de dejación de armas y reintegración a la sociedad.


La visita tuvo como fin inspeccionar el terreno donde se construirán los campamentos para el albergue de los guerrilleros, unos 400 aproximadamente, y que estarían muy cerca de la vereda Gallo.


En el transcurso del proceso, algunos grupos decidieron trasladarse a otras zonas, como Mutatá, en respuesta a preocupaciones de seguridad y logísticas. 


En su momento, Tomás Ojeda, quien fuera el segundo comandante del frente 58 de las Farc en el Nudo del Paramillo, confirmó que más de 60 excombatientes que permanecían en el punto transitorio de Gallo, abandonaron el lugar y se apostaron en una amplia zona del Urabá Antioqueño, cerca de una finca llamada 'La Fortuna', en jurisdicción de Chigorodó.


'Todo obedece a las pocas condiciones en ese espacio territorial, para lo que tenía que ver con la reincorporación, no fue adecuado el espacio como había demandado los acuerdos, además, existe un impedimento jurídico y constitucional, a partir de la Ley Segunda que impide desarrollar proyectos productivos en esa zona del Paramillo', precisó Ojeda.


Los hombres permanecieron por espacio de siete meses en el campamento, mientras se adelantaba la entrega de las armas en el marco del proceso de paz, pactado con el Gobierno y firmado por sus voceros en La Habana.


La decisión de abandonar la zona fue tomada por los propios excombatientes para buscar mejores oportunidades de vida, pues en esa zona las condiciones eran muy difíciles. 


 Por su parte, el comandante de la Policía de Córdoba para la época, coronel Marcelo Russi, confirmó que la salida de los exguerrilleros de Gallo se hizo con el acompañamiento de los hombres de la institución y que desconocían el nuevo destino de los mismos. Entretanto, el entonces alcalde de Tierralta, Fabio Otero, insistió en que ese proceso se hizo a espaldas del gobierno local y que él nunca se enteró, ni tuvo ningún tipo de información oficial por parte de las autoridades nacionales, pese a que ellos han hecho una importante apuesta por la paz.