11 de diciembre de 2022 - 5:30 AM

Las famosas guacamayas de “El Nueve”

Las famosas guacamayas de “El Nueve”

Nueva Era queda a nueve kilómetros de Tolú, sus casas quedan a lado y lado de la carretera, el color vibrante de cada una y la arborización que las decora hace que turistas y habitantes no pasen desapercibidos. “El nueve” es un caserío común como todos los de la región, pero a diferencia de los otros este tiene una característica un poco particular, ya que existe una familia que tiene infinidades de animales silvestres y algunos de campo, pero estos no los tienen enjaulados ni mucho menos encerrados, los tienen al pie de la carretera que de Sincelejo conduce a el Tolú.
Se trata de majestuosas figuras talladas en madera, arte que viene de generación en generación y que ha perdurado por más de 14 años en la familia de Abel Mendoza Seña.

“Empecé haciendo burritos de madera, no era bueno en eso, pero los hacía” dijo el escultor

Abel trabajaba en una finca hace unos 16 años, ganaba muy poco, pero lo necesitaba para sostenerse, paralelamente su padre y su primo hacían los burritos en madera y ganaban en un día lo que él ganaba en 15.
Para esa época el tema del dinero le llamó la atención y decidió unirse al negocio, aunque no era lo que alguna vez esperó ser, sin duda alguna la necesidad llegaba a sus pies y el tiempo no se detenía.

Virtud
La perseverancia es una gran virtud que caracteriza a Abel, afirma que al inicio hizo unos 4 burritos, pero nunca le gustaba como quedaban, en otras palabras, buscaba la perfección.
Hasta que llegó el inolvidable día en el que hizo uno que, sí le gusto, pero solo hasta los 8 días pudo venderlo, cuando pasó un carro y su conductor quedó fascinado.

“Recuerdo que lo vendí por 28 mil pesos y en la quincena en la finca me ganaba 30 mil pesos”

Un artículo tan pequeño como fue el burrito hizo que en la mente de Abel Mendoza se quedara para siempre la idea de vender animales tallados en madera. Al pasar del tiempo fue aprendiendo poco a poco y ya no hacía solo burros, sino que también jirafas, tucanes, marcos de espejos, entre otras obras, pero todas hechas con machete porque aún no tenía para comprar su herramienta principal que es la motosierra.

Momentos complicados
Recuerda con mucha nostalgia que fueron mucho días difíciles los que le tocó pasar, dice que hubo mucha gente que no quería que triunfara, pero aún así Dios le colocó ángeles en el camino que le han ayudado a caminar en su vida laboral. Este trabajo para él y su familia no ha sido para nada fácil, se ha topado con personas que no quieren el progreso del projimo, sin embargo siempre ha tenido su fe en Dios y de alguna manera siempre sale triunfante, como lo fue en tiempo de pandemia que por razones obvias no habia podido vender nada, recuerda que se arrodilló y llorando pidió al Señor que lo llevara al camino en donde podia conseguir sus clientes, por fortuna fue escuchado y en horas de la mañana del siguiente día lo contactó un cliente para hacerle un pedido grande que no solo le servía para sus costos, sino también para los de sus trabajadores.

“Esto ha sido obra de Dios, las buenas ganancias me motivan a salir adelante pese a todo”

Como si de una escalera se tratara, Abel empezó a ser conocido por varios clientes en la región, ya no solo vendía las artesanías al costado de la carretera, sino también al por mayor y por encargos de hasta 2 millones de pesos.

Trabajo familiar
Actualmente tiene a su cuñado y dos amigos trabajando, cada uno tiene su tarea y en el día trabajan entre risas, chistes, anécdotas y juegos entre ellos. Abel dice que no todos los días son buenos, pero que los acepta y asimila, así mismo cuando tiene días excelentes.
En 5 años no tiene certeza de cómo le irá, pero lo que tiene claro que quiere hacer una empresa para crear empleo, este último es uno de sus objetivos importantes.
Abel le dijio a El Meridiano que la materia prima que él utiliza para crear sus esculturas son retazos que recicla de otras personas, muchas veces cuando los retazos estan escasos le toca comprar la mata que es el arbol Tuluá, especificamente este porque es más facil de figurar, es decir, de hacer la figura con la moto sierra.
Como dato extra, Abel le dijo a este medio que en un día ha podido hacer hasta nueve guacamayas de las pequeñas y de las grandes dependiendo del clima por el tema de la pintura.

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