Por: Olga Lucía Bustamante Madrid.

Una sustancia química en dosis establecidas y controladas, resuelve los síntomas o alivia una enfermedad. Esa misma sustancia en dosis multiplicada es un veneno. De igual manera se manejan los pensamientos y sentimientos humanos. Las ciudades, en su caos, como vorágine, se tragan el conglomerado social, porque el origen de la masa como conjunto, -sociedad-, es la sumatoria de elementos, -hombres-. Y cada partícula aporta a esos elementos, en favor o en contra, dependiendo de los juicios y las emociones, de las intenciones e interpretaciones, contribuyendo al bienestar o a la desventura.

“Las turbulencias naturales ocurren por un cambio en la dirección y velocidad de las corrientes de aire, aunque desde la tierra podamos ver el cielo y observar que todo está muy calmado, en realidad, puede que allá arriba este ocurriendo todo lo contrario… Dependiendo de las causas que originan una turbulencia en el avión se clasifican en mecánica, térmica, en aire claro, ondas de montaña. Dependiendo de la sensación que se siente: ligera, moderada, severa.” Web Cuántos inocentes en las cárceles, por manejos inapropiados, involuntarios, cuando queriendo hacer un chiste no midieron la fuerza y el empuje, ocasionando una reacción contraria a la que buscaban. Es en la vorágine personal, donde el caos interno de las predilecciones, deducciones, palabras y acciones llevan a una cima o a un abismo, en el
cuál una misma persona es enfermedad y cura, dependiendo de las circunstancias. Un auto en una avenida llena de baches, avanza menos rápido, aunque sea el mejor vehículo y excelente piloto. Igualmente, los remolinos mentales se ven atrapados como en un embudo cuando no se tiene una mirada amplia y analítica de todas las aristas, ni una actitud correcta.

Un papá ignorante, en forma jocosa, se divertía asustando a su hija de 3 años con su propia sombra, esa criatura quería huir de ella, y no podía. Lo que para su padre era motivo de risa, para esa niña era un tormento, y fue su destrucción al no poder controlar el miedo. Estos ejemplos describen como la vida se hace sobre verdades subjetivas obedeciendo a muchos factores. Verdades que son o que parecen ser, verdades según la estructura mental, cultural o social, atadas a entendimientos claros o acomodados. Eh ahí, la gran dificultad para gobernar, administrar, educar y convivir. Situaciones enredadas en juegos de palabras amañadas o manipuladas por intenciones o intereses, quedando sepultada muchas veces la realidad.

“El mundo se está convirtiendo en una caverna igual que la de Platón: todos mirando
imágenes y creyendo que son la realidad.” José Saramago