28 de marzo de 2024
Tendencias

© 2023 El Meridiano.

La Trocha Cristana

Por
22 de feb. de 2023

Compartir con:

thumbnail

Por: Aníbal Paternina Padilla

Desde principios del siglo XX se acrecentaron los movimientos ganaderos en las sábanas sucreñas, sobresaliendo las grandes haciendas de la región del San Jorge, propiedad de Pedro Herazo Jaraba y Manuel del Cristo Torres. Pedro era hijo del sincelejano Isidro Herazo Vergara y de la dama caimitera Florencia Jaraba. Pedro Herazo Jaraba contrajo matrimonio con la sincelejana María Alvis Barón y habitaron su viejo caserón ubicado en la esquina en la que hoy se encuentra el almacén Carmencita. Al rico hacendado se le abona el hecho de haber fundado en San Marcos una entidad bancaria del mismo nombre con un capital de seiscientos mil pesos, fuerte suma de dinero para la época.

Por su parte, Manuel del Cristo Torres, conocido popularmente como Cristo Torres, se hizo famoso por haber sido el pionero de los viajes de ganado a pie a Medellín por el camino construido por él, al que se conoció como "La trocha Cristana" en honor a su nombre, muy conocida a partir de 1910.

Los arreadores de ganado hacían largas travesías de varios meses, desde las ciénagas y sabanas del San Jorge hasta Puerto Valdivia, Antioquia. Hacían muchas estaciones y a cada una de ellas les ponían un nombre. Escogieron los lugares más altos donde al mismo tiempo construían el corral para el ganado. Así nacieron muchos caseríos como Nueva Estación, El Reparo, Sabaneta, La Loma, etc. que eran paso obligado entre los pobladores de San Marcos y Caimito con Sahagún y el "Camino grande" a Valdivia. Sacrificios y penalidades sufrían los vaqueros anónimos en esos viajes hasta el mismo pie de la Cordillera Central, punto donde se hacían las transacciones entre los ganaderos sabaneros y de Medellín. Esos viajes eran una verdadera hazaña y mucho de estos "arreadores" de ganado jamás regresaban a sus hogares porque algunos morían de mordeduras de serpiente y otros simplemente de paludismo.

Don Cristo Torres movilizó durante varios años por la "Trocha Cristana" cerca de tres millones de reses que adquiría o apacentaba en sus haciendas de las sabanas. Además de la trocha, transportó ganado por el río Magdalena desde Magangué y otras ciudades de la Región Caribe por el puerto de Tolú. El incendio de 1912, que también arrasó con su vivienda en la calle Real, lo obligó a construir en el mismo lugar su nueva vivienda con materiales importados de Europa y Estados Unidos. Este personaje importó el primer carro Ford de la región. Fue animador de las Fiestas del 20 de Enero y donante de buenos toros.