28 de marzo de 2024
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<strong>La salud mental en los municipios</strong>

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9 de mar. de 2023

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Por: Francisco Cuello Duarte

Como dice Roterdam en su libro Elogio de la locura: “la locura es la única cosa que mantiene la juventud y atrasa la venida de la muerte. Esta locura es la que levanta las ciudades, es la base de los imperios y engendra la religión, las leyes, las asambleas y los tribunales. La vida entera de los hombres y las naciones no es más que un juego de locos”.

La locura no respeta raza, religión, sexo, ni mucha menos condición humana. Ricos y pobres, blancos y negros, hombres y mujeres, políticos y filósofos, reyes y plebeyos, todos son víctimas de algún trastorno mental. Inclusive, los grandes científicos e intelectuales del mundo han tenido algún grado de locura: John Ferber Nash, premio nobel de economía en 1994, Beethoven, Isaac Newton y hasta Einstein, han sido catalogados como locos, aun sin tener cara de loco.

En Colombia, la depresión es la segunda causa de enfermedad después de las afecciones cardiovasculares. Y según Medicina Legal, durante el 2021 y hasta julio de 2022, se suicidaron unas 4.159 personas, de los cuales 1714 eran menores de 30 años, mientras que a nivel mundial muere por el mismo motivo una persona cada 40 segundos.

Durante la pandemia, la depresión se incrementó en un 25%. Sin embargo, para este problema el país cuenta con dos psiquiatras por cada 100.000 habitantes, cuando la OMS recomienda 10 por cada 100.000. En el municipio de Soacha, con casi 1,000.000 de habitantes, tan solo hay un psiquiatra, que ya lo están volviendo loco.

La Ley 1616 de 2013 es todo un compendio poético que en sus 44 artículos no dice cómo enfrentar el problema ni habla de dinero para sufragar estos gastos. La mayoría de los alcaldes no saben qué hacer frente a este problema, mientras que su política de urbanismo es totalmente contraria a los lineamientos modernos que contribuyen al mejoramiento de la salud mental del pueblo colombiano. Menos parques, más locos.

Hay que apostarle a las zonas verdes, como los hay en Curitiba (Brasil), ciudad amigable con el medio ambiente y sin ruido, o como Bucaramanga, con construcciones modernas donde se aplique los conceptos de psicología ambiental, para que haya menos locos en los pueblos, locos que inexplicablemente se salvaron del Covid.

Si su municipio tiene este problema, ¿qué propone usted como candidato a la Alcaldía? ¡No se haga el loco!