28 de marzo de 2024
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La responsabilidad de los candidatos

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28 de feb. de 2023

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Por Rafael Hernández M.

La semana pasada fue lanzada la creación del nuevo partido político, por parte del actual presidente del Congreso, una persona que primero fue liberal (Gavirista), Uribista furibundo, después saltó al Partido de la U, luego fue santista, donde contribuyó a entregarle, el país a la guerrilla, después saltó al Pacto Histórico (Petrista), movimiento del cual es senador, y, ahora toma distancia de su último jefe y funda lo que ha llamado "La Fuerza de la Paz" (cualquier cosa que eso signifique).

Lo cierto es que desde que entró en vigencia la Carta de 1991 la política se ha perrateado, pues de cuatro o cinco partidos y movimientos que existían, llegó la proliferación de movimientos y partidos políticos, la mayoría de garajes, que fueron efímeros y se acabaron por sustracción de materia pues casi todos sus fundadores terminaron presos por parapolítica, por narcotráfico o por vínculos con organizaciones al margen de la ley.

Lo cierto es que el país está volviendo a la fragmentación de partidos políticos como en la década de los 90. Según datos del Consejo Nacional Electoral, actualmente hay 28 partidos políticos incluyendo el que acaba de fundar el presidente del Senado y están en capilla 10 más, entre los que se encuentran la Nueva Fuerza Democrática, del expresidente Andrés Pastrana, también está el movimiento Creemos del excandidato presidencial Federico Gutiérrez. A esta lista también se suma Todos Somos Colombia, de la senadora del Pacto Histórico Clara López.

La verdad, y un hecho notorio, es que esta proliferación de Partidos y movimientos políticos no es solo por buscar liderazgos, sino, por la feria y venta de avales para las elecciones del próximo 29 de octubre, pues después de esas elecciones muchos de esos partidos improvisados desaparecen al no alcanzar el umbral establecidos. También, hay que tener en cuenta que los Partidos y movimientos al conformar las listas a las corporaciones públicas lo hacen de una forma folclórica e irresponsable, pues colocan en algunos renglones a personas de "relleno", personas que no saben las responsabilidades que tienen ante las autoridades electorales (C.N.E) con relación a los gastos de campañas y su financiación ya que a todos estos movimientos hay que reportarlos a un aplicativo que tiene el C.N.E que se llama Cuentas Claras.