Más dudas que respuestas ha dejado el crimen de Braulio Nicolás Montes Castro, registrado la noche del 15 de julio del año pasado cuando se encontraba sentado en la sala de su vivienda, en el barrio Botero, zona norte de Sincelejo. Lo que más inquieta a Germanía Isabel Castro Serpa, madre de la víctima, es que la noche del atentado Braulio daba la espalda hacia la calle cuando fue atacado por su victimario, una posición que a él jamás le gustó y justo ese día lo hizo. 

Versiones confusas

Aunque algunas versiones indican que el occiso, antes del crimen, llenaba unas planillas y al tiempo observaba su celular, para Germanía todos es confuso. La mujer aseguró que los resultados de la necropsia arrojaron que su hijo tenía residuos de comida.

Para ella no hay una versión que dé claridad sobre qué se encontraba haciendo su hijo la noche que lo asesinaron.

"Mi hijo desde niño mostró ser una persona muy hacendosa, obediente, se daba a querer con todos, con sus hermanos se cuidaban los unos con los otros. La muerte de mi hijo nos ha dado muy duro, es algo que no hemos podido aceptar, en un dolor muy grande. Él no merecía morir así", contó Germanía. 

Celebración familiar

La trágica noticia llegó cuando la familia Montes Serpa celebraba el cumpleaños de dos sobrinas de Braulio, suceso que se negaban a creer, pero minutos después el equipo médico de la clínica Santa María, confirmó el deceso. "Yo me entero por una llamada que nos entra casi a las 7:00 de la noche. Aquí en mi casa nos encontrábamos celebrando el primer añito de dos nietas y cuando íbamos a servir la comida nos llega la noticia que le habían hecho un atentado a mi hijo Braulio y estaba muerto. Es algo que uno no quiere aceptar, parece mentira”, relató la mamá de Braulio, quien hace un clamor a las autoridades para que se esclarezca el crimen de su hijo y se haga justicia.

Aunque Angy Montes estaba distanciada de su hermano Braulio por algunas diferencias familiares, siempre hubo comunicación y cuando se encontraban se saludaban. "Estábamos distanciados, pero cuando lo veía por la calle, me alegraba verlo. Tuve la oportunidad de departir con él en su casa o él venía a la de nosotros. Siempre tratamos de pasar un rato agradable pese a las adversidades, eran momentos muy chéveres. Pedimos claridad en la muerte de mi hermano, él no se merecía esto", dijo Angy, hermana del occiso.

En abril del 2011, las autoridades desmantelaron una banda de atracadores llamada "Los Ñoños", que supuestamente delinquía en el sector rural y urbano de Sincelejo, procedimiento donde fue capturado Braulio Nicolás Montes Castro, presuntamente por el robo de unas motocicletas.

Por este hecho estuvo 6 meses recluido en el centro penitenciario La Vega, de donde salió absuelto de dichas acusaciones y el Estado lo tuvo que indemnizar por su inocencia. 

Esta batalla jurídica aún no termina. Su familia afirma que el pago de dicha indemnización no se ha hecho en su totalidad, pero lo que los llena de satisfacción es saber que el nombre de Braulio está limpio. La Policía Nacional les hizo llegar la constancia de que Braulio Nicolás no tiene asuntos pendientes con las autoridades, es decir, no registra antecedentes judiciales.

Su familia recuerda que después de estar en las celdas de un centro carcelario, la víctima, del supuesto robo de la motocicleta, le afirmó a las autoridades, que Braulio no fue quien lo amordazó para cometer el hecho delictivo. También dijo ante una declaración juramentada que el hoy occiso no participó del robo cometido aquel enero del 2011.

Su hermana Jairit Pereira Castro, reconocida en Sincelejo por su liderazgo con las comunidades, recordó a su hermano como una persona solidaria, alegre, siempre dispuesto a tender su mano para ayudar al prójimo. "A todo el que recurría a él (Braulio), lo ayudaba. Mi hermano laboraba de mototaxista y muchas veces se encontraba con personas que estaban mal económicamente y él buscaba la forma de ayudarlas. Sin importar lo que le ofrecía, él no dudaba en llevar a esa persona a su destino", recordó la líder comunitaria.

En relación a la investigación del crimen de Braulio, la mujer aseguró que marcha a paso lento, una situación que los llena de tristeza y temor a que la muerte de su ser querido quede en la impunidad. 

"El proceso investigativo ha sido muy lento y triste. Es doloroso ver como mi madre todos los días lo recuerda con mucha nostalgia, lo llora al igual que sus hermanos. Lo que más admiramos de él, es ver como se sacaba el pan de la boca para dárselo al necesitado", narró Jairit. Familiares de Braulio, quien murió a sus 36 años, afirmaron que no tenía hijos. Asimismo, indicaron que el hombre, que llegó hasta su casa a matarlo le alcanzó a dar tres tiros que fueron mortales. Después de un año y 2 meses de su muerte, ellos esperan que la Fiscalía agilice un más la investigación de este hecho de sangre.