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La mentalidad socialista

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27 de feb. de 2023

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Por Lewis Pereira González

La mentalidad socialista hay que entenderla. Hace un tiempo Ludwig von Mises dijo que el socialismo sostenía una creencia básica relacionada con el funcionamiento de la sociedad, rastreable hasta Michel de Montaigne, un filósofo francés muy reconocido en su época, contemporáneo de Leonardo Da Vinci. Esta decía que el triunfo de unas personas se levantaba sobre el fracaso de otras, que muchas relaciones sociales eran de este tipo. Por ejemplo, el médico vive de las enfermedades de los otros, necesita que los demás se enfermen para poder subsistir, que los abogados viven de los problemas jurídicos de los demás, los religiosos de las angustias existenciales de las personas y así sucesivamente.

Más de 200 años después, Carlos Marx toma la idea, que se encontraba en el ambiente intelectual por la influencia de Hegel, y la pone en otros términos: la sociedad mantiene este tipo de relaciones, pero entre clases sociales, ellas se oponen, pero se complementan y el triunfo de una es el fracaso de la otra.

Denominadas como "burguesía" y "proletariado" la creencia sostiene que ambas clases mantienen una relación de suma-cero, la burguesía necesita la pobreza de los obreros y los obreros mantienen su pobreza por su inserción en el sistema capitalista burgués. Para el Materialismo Histórico esta relación se denomina "dialéctica" y los socialistas la ven en todas partes, incluso formando parte de la Naturaleza.

De acuerdo con ella, la burguesía (algunas veces llamada Oligarquía) es la causa de la pobreza y, al final, de todos los males de la sociedad, por aquello de la propiedad privada y la alienación; una vez desaparecida, la riqueza debía ser la norma para todos por la razón de que ya el ser humano no tendría quien se la robe. Hay que decir que para Marx la ganancia que consiguen los empresarios o plusvalía se refiere a un robo porque la riqueza es trabajo acumulado, son los obreros quienes la producen y ellos deberían poseerla.

En medio de esta lógica es natural que los socialistas odien a los empresarios y los vean como el problema en sí mismo, o crean que ellos (los socialistas) son mejores y deberían, por ejemplo, tener en sus manos los servicios de salud. Pues bien, esa es la batalla de hoy día, Petro piensa que si le quita los servicios de salud a los capitalistas le estará haciendo un gran servicio a la sociedad colombiana; piensa que los servicios tienen que estar mal, necesariamente, porque están en manos de los "capitalistas". Estas luchas, sin embargo, son muy peligrosas y si se tornan críticas un país puede quedar destruido.