Por Lewis Pereira

Continúo con indagando claves de los problemas educativos. Los celulares son un recurso, pero solo si se les mira como computadores de mano y como un medio para acceder a lo audiovisual. Esto es una clave, junto con la vivencia y la práctica de los contenidos. Se puede aprender piano, guitarra e inglés viendo videos por internet como hizo la generación de los Millennials, toda una generación de jóvenes, mi hija entre ellos, y se puede aprender a cocinar también. Se puede ir, incluso más allá, y aprovechar las videollamadas grupales; hay maestros que las emplean para poner a sus estudiantes a conocer jóvenes de otros países.

Y se pueden leer libros, una de mis hijas lo hace, lee novelas en el celular por afición, y puede ser que se trate de las grandes obras de la humanidad, Cien Años de Soledad, la Divina Comedia o el Quijote de Miguel de Cervantes. Hay profesores que no piensan en esto, pero los jóvenes lo están haciendo, y la ventaja es que no cuesta nada. Y si al fin y al cabo pasan horas y horas mirando la pantalla de un celular, mejor que lo empleen leyendo La Divina Comedia o Cien Años de Soledad.

En lo que hay que pensar siempre es en llenar los aprendizajes de sentido, como siempre lo reclamaron Ausubel y Juan Piaget, que los estudiantes le den sentido y que practique las habilidades. Si lo practican lo comprenderán y si lo comprenden lo recordarán; por lo cual hay que insistir en fomentar la práctica de lo que se le quiere aprender, la vivencia o ejecutar las habilidades que se quieren adquirir, y ahí es donde debe estar la creatividad del docente. Como dice el refrán popular: "Lo que se practica, no se olvida".

Además de lo audiovisual, hay que lograr que los estudiantes practiquen y vivencien los contenidos; por ejemplo, si queremos enseñar geología hay que llevar las rocas para el aula de clase o llevar los estudiantes a donde están las rocas, y si el tema se relaciona con las flores hay que enseñar a que clasifique las flores que tiene en su casa o las que hay en el jardín de la escuela. Se tiene que avanzar siempre en esa dirección, una maestra muy recordada sacaba a sus niños a leer los grafitis y avisos públicos de las calles de su pueblo para enseñarlos a leer. El ser humano debe ver, oír y sentir porque somos multidimensionales.