5 de octubre de 2024
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La invasión que se convirtió en el barrio 'Cantaclaro'

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18 de mar. de 2024

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Cantaclaro fue una finca de cerca de 84 hectáreas y media, que antes se conocía como Cantagallo. La finca estaba constantemente vigilada por hombres a caballo cuidando sus linderos, y a nadie se le permitía entrar, ya que sus propietarios, León Dereix y Hugo Lodoño, la tenían fuertemente custodiada.


En el año 1988, año bisiesto, algunos niños se dieron cuenta de que la finca ya no estaba tan vigilada como antes e ingresaban a jugar fútbol en los predios. Posteriormente, se dio a conocer que el Instituto de Crédito Territorial (ICT) negoció los terrenos con los dueños para construir una urbanización en el sector.


El 28 de agosto del mismo año inició la invasión más grande en Latinoamérica en ‘Cantaclaro’, lugar al que llegaron cientos de familias. El nombre del barrio surgió debido a una expresión utilizada en el sector para hablar claramente sobre la situación que estaban viviendo.


La invasión de los predios fue dirigida por Marciano Córdoba, Orlando Padrón, Fernando Mass y José Manuel Barón. Cuando se dio la toma del predio por cientos de personas, ninguna autoridad administrativa, judicial o directiva del ICT intervino o demandó la ocupación.


Rafael María Velásquez Tordecilla, uno de los primeros habitantes del barrio, dijo a El Meridiano: “El barrio nace por la necesidad de muchas personas de tener una vivienda. La violencia en el departamento, la pobreza y los altos costos de arrendamiento de la época eran preocupaciones para todos nosotros”.


Además, agregó: “En su momento, contamos con el apoyo de la administración municipal y de grupos políticos, lo cual llevó a la realización de un censo con la participación de Policía y Ejército para determinar el número de habitantes y poseedores de las viviendas o cambuches de la época, con el fin de formalizar el barrio con el paso de los años”.


En un principio, cada persona ocupaba el terreno que más le interesaba, pero al conformarse la junta del barrio en su momento, los interesados debían presentar su requerimiento ante esta para verificar que la persona no fuera propietaria de ninguna vivienda, además de revisar sus antecedentes judiciales. Si cumplía con los requisitos, se le adjudicaba el lote.


Hoy en día, el barrio Cantaclaro es uno de los más grandes de la ciudad, forma parte de la comuna 6 de Montería y, a través de los años y con la ayuda de las administraciones, ha evolucionado considerablemente, con calles pavimentadas, viviendas y un comercio que predomina en la zona.