Por Carlos Rodríguez Santos

Etimológicamente, "insubsistencia" significa privación de una permanencia. Esta figura está regulada tanto para el empleado de carrera como para el empleado de libre nombramiento y remoción. Respecto a los empleados de carrera es resultado de una actuación administrativa y, por tanto, tiene el carácter de reglada; mientras que, respecto a funcionarios de libre nombramiento y remoción, la insubsistencia es producto de la facultad discrecional de la autoridad nominadora por tratarse de personal directivo y de su confianza, v.g., de la facultad discrecional del presidente referente a los ministros del Despacho y directores de Departamentos Administrativos.

En efecto, cuando la declaratoria de insubsistencia recae en funcionarios de libre nombramiento y remoción, en cualquier momento puede declararse insubsistente, sin necesidad de motivar el acto administrativo respectivo, dejando constancia del "hecho y de las causas que la ocasionaron en la respectiva hoja de vida". Incluso, la declaratoria puede ser tácita, designando a una nueva persona en el cargo de quien lo desempeña. En ningún momento, las causas de la insubsistencia de un empleado de libre nombramiento y remoción pueden obedecer por concepto de omisión, irresponsabilidad y extralimitación de funciones, pues, para ello existe el régimen disciplinario, que establecen los deberes, prohibiciones, inhabilidades e incompatibilidades del servidor público.

Ahora bien, el Presidente de la República anunció en una alocución el pasado 27 de febrero: "Agradezco los servicios prestados por los ministros Alejandro Gaviria, María Isabel Urrutia y Patricia Ariza, con sus aportes han contribuido a enriquecer el debate y a iniciar los cambios por los que votó el país (…)". "He decidido nombrar a Aurora Vergara como ministra de Educación y a Astrid Rodríguez como ministra del Deporte, para que con nuevas energías puedan culminar el proceso de reformas iniciadas. (…)".

Entonces, para ver si hubo desvío de las atribuciones propias del Presidente y averiguar acerca del hecho y las causas que lo conllevaron a anunciar la decisión de nombrar a Aurora Vergara como ministra de Educación y a Astrid Rodríguez como ministra del Deporte, se debe acudir a las constancias respectivas y, por tanto, todo lo demás es bochinche y prejuicios por falta, precisamente, de "cultura jurídica en nuestra nación". Se las dejo allí.