19 de octubre de 2022 - 1:34 AM

“La fortaleza mental y el amor curá hasta el cáncer”

“La fortaleza mental y el amor curá hasta el cáncer”

Por: Francisco Hoyos Álvarez
Ramiro Otero España y Diana Paola Corrales Espinosa tenían cuatro años desde que decidieron juntar sus vidas en familia cuando Dios los bendijo con la llegada de su hija Sofía. Pero de manera paradójica dos años después, en enero de 2017 a Diana, la reina de la casa como la llama su marido, le diagnosticaron en Montería un grupo de científicos del Imat, cáncer de mama.

A Ramiro se le vinieron tantas cosas a la cabeza porque en su familia ya se había experimentado hacía más de 20 años un caso similar, cuando los protocoles de atención a la enfermedad eran otros. Pero jamás pensó que a su Diana se la podría quitar el cáncer de sus brazos. Decidió reforzar a su esposa de positivismo y la energía que ella misma irradiaba cuando reía de felicidad.

“La fortaleza está en la mente de cada ser. El amor mutuo y el creer que todo sería una experiencia que nos fortalecería como pareja. Eso me hacía convencer cada vez más a Diana que jamás creyera que si las quimioterapias le iban a hacer caer el cabello y tuviera otros cambios en su cuerpo, eso sería temporal, pero mi compañía, mi amor y nuestra lucha sería juntos”, precisó Ramiro Otero.

A tiempo

A Diana por fortuna nunca le retiraron el seno afectado y su temple la llevó, en medio del tratamiento, a seguir en su trabajo y con su papel de madre y esposa sin receso. Ah, eso sí, la terquedad no la dejó nunca a un lado en su lucha contra el cáncer. Un día su especialista le sugirió que podía tener la opción de raparse antes de que el cabello se le cayera por completo y que podía usar un turbante. Ramiro recuerda que ella dijo no, y que prefería vivir también esa experiencia porque sabía que Dios le regresaría un cabello más hermoso que el que tuvo y por el que pelearon varias veces cuando ella decidía cortarse en el salón por simple vanidad. “Esta mujer con su cabello no quería nada y a mi me gustaba liso y la prefería así al natural. Era de pelo liso y en medio del tratamiento se cayó, y cuando retornó le creció ondulado, como rizado y un día le dije que ahora estaba más hermosa con su nueva cabellera, y me dijo en tono terco que si se lo cortaba cuando lo tenía liso ahora también seguiría con esa rutina de cortarse las puntas de vez en cuando, a lo que me opongo rotundamente porque el cáncer me la dejó igual de terca, pero más bella (risas)”.

Ramiro y Diana dieron juntos la batalla y ahora que lo han ganado sugieren a las personas que temen enfrentar la enfermedad que el miedo y los tabúes son los primeros que deber ser dados de baja para poder avanzar en la vida.

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