De acuerdo a la estructura del Estado, en Colombia existe la separación de los poderes públicos y la misma Constitución establece en su artículo 113 que el poder público está integrado por tres ramas que son la ejecutiva, legislativa y la judicial y además por los órganos autónomos e independientes, encargados de garantizar el cumplimiento de las demás funciones del Estado.

Entonces, si nos atenemos a ese precepto constitucional nos encontramos que el ejecutivo a nivel nacional lo conforman la Presidencia de la República con sus ministerios, los departamentos administrativos, las superintendencias y todos los demás organismos que se encuentran adscritos en forma directa a la presidencia y a esas dependencias, es esta rama la que pone a funcionar y le da dinámica a todo el aparato estatal.

La otra rama del poder público es la legislativa que en el caso nuestro está conformada por el Senado y la Cámara de Representantes, ambos conforman lo que llamamos el Congreso, esta rama es la encargada de crear y modificar las leyes.

Y encontramos la tercera rama del poder público que es la judicial que está conformada por jurisdicciones y especialidades, así encontramos la jurisdicción ordinaria donde su cabeza visible es la Corte Suprema de Justicia, seguida de los Tribunales Superiores en cada departamento y los juzgados del circuito y los municipales; dentro de esta rama encontramos también la jurisdicción Contenciosa Administrativa con su máxima cabeza que es el Consejo de Estado, seguido por los tribunales administrativos en los departamentos y los juzgados administrativos. Existen también la jurisdicción de paz, la jurisdicción especial y otra que un gobierno se inventó conocida la Jurisdicción Especial para la Impunidad.

Se hace esta reflexión porque últimamente se han presentado diferencias entre el ejecutivo y la rama judicial a raíz de unas órdenes emitidas por el primero en el sentido de dejar en libertad a unos vándalos que rayaron en el terrorismo en los desmanes que se dieron en el