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La "Diva" Aida

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21 de mar. de 2023

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Por Rafael Hernández M.

Hace diez días llegó al país, deportada de Venezuela, la prófuga ex congresista barranquillera, Aida Merlano, después de haberse fugado hace más de tres años y donde fue protegida por el gobierno del dictador Nicolás Maduro.

Inicialmente se presentó la duda y la discusión semántica de si lo de la prófuga era una extradición o una deportación, pues recordemos que desde el año 2020, cuando ingresó ilegalmente a Venezuela, el gobierno del entonces presidente Iván Duque, por su soberbia y terquedad pidió la extradición, pero hizo la payasada de pedírsela a Juan Guaidó, ya que no reconocía a Nicolás Maduro como presidente venezolano, petición que, obviamente, no tuvo ningún efecto.

En este caso cabía perfectamente la figura de la deportación ya que está establecida como una inadmisión en un país cuando la gente llega sin cumplir los requisitos legales exigidos por el país a donde se llega.

Sin embargo, lo llamativo de la llegada de la señora Merlano al país fue el show mediático que se hizo, la parafernalia que se armó y el recibimiento de diva o cantante de rock que se le dio, como si hubiera llegado Madonna. Comenzando porque, a pesar de su condición de rea y prófuga, con varias condenas encima y a la espera de otras, llegó en avión privado, custodiada por integrantes de la guardia venezolana y recibida con alfombra roja, rueda de prensa y de besos y de abrazos por parte de Migración Colombia y las demás autoridades colombianas, algo que fue totalmente inédito e inaudito en este tipo de procedimientos legales.

El momento en el que se dio la deportación de la señora prófuga no pudo ser el mejor para el gobierno que vivía una semana oscura por cuenta del escándalo del hijo del presidente a la raíz de las declaraciones de su ex esposa, en el sentido de que el delfín había recibido dinero de personas oscuras para la campaña de su padre, dinero que al decir de la misma denunciante no ingresó a la campaña presidencial. Fue como un bálsamo, un alivio, una distracción para bajar la temperatura al escándalo.
Y, no hay duda que la deportación distrajo un poco lo del escándalo porque ya se habla del ventilador que prenderá la señora Merlano.