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El 18 de marzo de 1995 la historia del departamento de Córdoba se parte en dos con la llegada a los hogares del departamento del primer periódico diario: El Meridiano.
Cinco años atrás en una de esas 'locuras empresariales', a William Enrique Salleg Taboada se le vino la idea de que Córdoba necesitaba un periódico diario, que ayudara y fuera bastión del desarrollo del departamento, que por esos días estaba bastante atrasado.
Salleg Taboada era reconocido por ser un ganadero que incursionó primero en el negocio de las estaciones de gasolina y luego en el de la salud, con la creación de la Clínica Montería, proyecto que sacó adelante y convirtió en un ícono de la ciudad, por la atención y tecnología de punta utilizada en su momento.
Por ello, muchos se sorprendieron cuando lanzó la idea de montar un periódico diario, sobre todo en una región que no tenía cultura de lectura y que estaba más acostumbrada a la radio. Sin embargo, todas las talanqueras que le pusieron a William Enrique varias de las personas a las que les comentó el ambicioso proyecto, hicieron que este decidiera demostrarles todo lo contrario.
Y uno de sus primeros actos fue buscar un lote bien ubicado para construir la sede del diario, porque no quería que su proyecto fuese visto como un episodio pasajero. El mensaje de una sede construida especialmente para el periódico era contundente: llegaba para quedarse.
El empresario William Enrique Salleg Taboada realizó varios estudios de mercadeo, pero sobre todo apegado a su instinto ganador, se dio cuenta que no era una locura sino una necesidad para un departamento que necesitaba desarrollarse.
Decidió entonces comenzar a buscar el nombre y luego de varios análisis con algunos expertos y con su familia decidió que se llamaría El Meridiano de Córdoba.
Este nombre no fue una elección caprichosa. "Meridiano es una línea que divide el globo terrestre en dos hemisferios; al tiempo que uno esta iluminado, de día, el otro está obscuro, de noche. Es la línea media entre dos tiempos, dos momentos. Pues bien, aspiramos a que El Meridiano de Córdoba divida en dos la historia de Córdoba. Que sea un parámetro, una línea divisoria entre una época de menor desarrollo y una de mayor desarrollo que se logrará a través de El Meridiano de Córdoba. A la vez el nombre refleja la ecuanimidad y objetividad que nos obliga frente a los hechos que vamos a informar", explicó Salleg Taboada.
Muchos meses antes de terminar su moderna sede, en 1994, EL Meridiano ya tenía su planta de periodistas trabajando para 'ensayar' como sería el día a día noticioso.
Por ello de manera callada en la calle 29 con carrera sexta, en una casa a la que le pusieron el nombre de 'La Choza', comenzaron las clases de periodismo a los jóvenes de la región, que recién egresados hacían parte del equipo.
En su primera edición el diario explicó:
" El Meridiano asume una misión frente a la ciudadanía cordobesa: la cual es informar, opinar, educar, entretener y fiscalizar. Esta es la función diaria que se propone el periódico".
"La información publicada en El Meridiano se ajustará al cumplimiento de los principios filosóficos que fundamentan al periódico y que permitirán no quedarnos en la mera empresa comercial, sino trascender hacia una institución periodística que proteja los valores nobles y defienda el derecho de toda comunidad de estar bien informada".
"El Meridiano defenderá con vigor y claridad los intereses de la comunidad. Para ello propondrá el debate, apoyará la iniciativa pública y privada, fiscalizará las acciones y asumirá con responsabilidad el análisis de los problemas que afectan al departamento".
"El carácter regional que guía la información del periódico, nos obliga a consultar la cercanía de los lectores a los hechos y personas informadas. Esto nos compromete a una ética más rigurosa, que contemple la incidencia moral y material, la información en el público".
El Meridiano fue concebido, proyectado y creado como un instrumento de servicio y progreso. Por ello ofrecemos páginas del periódico que a través de ellas se exprese la ciudadanía en general.
Sus cuatro pilares son: Regional, Instrumento de bienestar social, medio de expresión comunitario y calidad periodística.
El Meridiano se convirtió entonces en un ente fiscalizador y además protagonista de los hechos, porque no solo se limitó a publicar el quehacer diario del departamento, sino que también hacía parte de las soluciones que se buscaban para mejorar la calidad de vida de los cordobeses. El Meridiano se volvió un verdadero aliado de los líderes comunales y comunitarios y junto a ellos comenzaron a jalonar obras que representaran cambios significativos en la vida de la gente.
William Enrique Salleg Taboada no solo circunscribió su proyecto al departamento de Córdoba, sino que lo llevó al departamento de Sucre, donde también aplicó las mismas máximas y las interacciones con las comunidades.
Sin alardear, El Meridiano sí dividió la historia en dos, hoy Córdoba es otra, llena de progreso, posibilidades y con mucho potencial para seguir creciendo y convertirse en un polo de desarrollo del país.