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Que la ciénaga de Ayapel está de moda por el nuevo muelle turístico es verdad, que la ciénaga Grande del Bajo Sinú tiene tradición también es cierto y las islas flotantes de la ciénaga del Arcial son un espectáculo es seguro, pero el monteriano que quiera conocer una belleza inigualable no tiene que ir a otro municipio, porque en Montería hay un lugar hermoso por conocer: La ciénaga de Betancí.
El nombre de Betancí se debe a la abundancia de peces que en ella habitaban. Los Finzenúes así la bautizaron, ya que en su dialecto 'Beta' significa pez y 'Nci: lugar que huele. La Ciénaga está ubicada en Montería y es catalogada como el cuerpo de agua más importante de la capital cordobesa, después del río Sinú.
A orillas de esta ciénaga, ubicada a unos 45 minutos desde Montería, por la ruta San Anterito-Ensenada de Hamaca, cuenta la leyenda que se erigió la ciudad más poblada de los aborígenes de esta región y era conocida como Zenú y se ubicaba en la zona Finzenú.
La extensión de este 'paraíso perdido', como la han denominado, es de alrededor 120 kilómetros cuadrados.
Sus aguas son claras, rizadas en la superficie por la suave brisa que la acaricia. En este lugar la palabra clave es armonía, pues conviven sin competir entre sí la fauna, la flora y hasta el hombre.
Los visitantes de la ciénaga pueden disfrutar de un paisaje muy especial que evoca tranquilidad. Las aves en su vuelo corto circundan el agua; el ganado pasta en su orilla y se sumerge con cautela apenas un poquito en el caudal.
Los pescadores en canoas artesanales surcan con lentitud la ciénaga, mientras arrojan las redes que por lo general sacan con los pescados suficientes para 'hacerse el día.
A lo lejos se avizoran cabañas en sus orillas, relativamente distantes unas de otras, para ofrecer privacidad a quienes reposan en este paraíso. La ciénaga está llamada a consolidarse como un polo eco-turístico de Montería.
Esta ciénaga fue el primer espacio natural declarado como área protegida en Montería. Cuenta con 12 mil hectáreas y está rodeada de ocho veredas, cuyos habitantes viven de la pesca y de otros actividades agricultoras que allí se practican.
La Ciénaga tiene cerca a mas de 8 veredas que la rodean. Estas hoy encuentran en la pesca su principal fuente de economía. La vereda más cerca de la ciénaga de Betancí es Maracayo.
Con la apuesta de reactivación económica y generación de empleo, liderada por el Gobierno de Hugo Kerguelén, el mandatario anunció el proyecto para la construcción de un muelle turístico para la Ciénaga del Betancí.
Además aseguró que liderará gestiones ante ProMontería para atraer inversión privada con eco hoteles, restaurantes e inmuebles amigables con el medio ambiente para potencializar el turismo en esta zona de la capital cordobesa.
La Alcaldía le trabaja
Convencido de que la sostenibilidad ambiental es el camino a seguir para construir una ciudad más equitativa, resiliente y amigable con el entorno, el alcalde Hugo Kerguelén García junto a la gestora social Diana Sierra Márquez iniciaron en el corregimiento Tres Piedras el proyecto de rehabilitación de bosques protectores en las microcuencas de la Ciénaga de Betancí.
El proyecto, cuyo objetivo es que los árboles de campano, roble, polvillo, matarratón y otras especies que se plantarán, capturen 6500 toneladas de CO2 que se producen al año, tiene un costo de 4.700 millones de pesos y beneficiará a 300 habitantes del área de influencia donde se desarrollará.
Adicional a ello, Kerguelén García anunció que, además de ello, desde la Alcaldía de Montería se implementará una metodología muy importante que nunca se ha utilizado en el territorio: pagos por servicios ambientales, la cual consiste en que se le pague a las personas de la zona para que se encarguen del mantenimiento de los árboles a fin de que puedan no solo crecer y reproducirse sino también sostenerse y no morir al cabo de un tiempo. "Buscamos llegar a la etapa robusta del proyecto que es a lo que le estamos apuntando: 10 y 15 años y que sea sostenible en el tiempo".